Cuando cuatro estados, entre 2015 y 2021, dejaron de permitir que los padres excluyeran a sus hijos de las vacunas de rutina sin una razón médica, las tasas de vacunación entre los niños de jardín de infantes aumentaron significativamente. Ése es un hallazgo clave de nuestro nuevo estudio publicado en la revista médica JAMA Pediatrics.
Todos los estados exigen que los niños que ingresan al jardín de infantes estén vacunados contra enfermedades infecciosas como el sarampión y la polio. Los padres pueden solicitar exenciones médicas si, por ejemplo, su hijo tiene una alergia grave a un ingrediente de la vacuna. Pero la mayoría de los estados también permiten exenciones no médicas basadas en creencias religiosas o filosóficas. Para examinar si las políticas estatales de exención de vacunas podrían contrarrestar la disminución de las tasas de vacunación, examinamos datos de aproximadamente 2,8 millones de jardines de infancia en varios estados entre 2011 y 2023.
California, Nueva York, Maine y Connecticut eliminaron por completo las exenciones no médicas durante este período. En esos estados, las tasas de exención cayeron 3,2 puntos porcentuales en promedio durante tres años, lo que significa que decenas de miles de niños más estuvieron protegidos contra enfermedades como el sarampión.
Examinamos las tasas de las cuatro vacunas requeridas en la mayoría de los estados para que los niños asistan a la escuela: difteria, tétanos, tos ferina acelular, hepatitis B, sarampión, paperas, rubéola y polio. Las tasas de vacunación aumentaron para todos ellos después de que se eliminaron las exenciones no médicas.
Una preocupación común sobre no permitir exenciones no médicas es que los padres simplemente buscarían exenciones médicas. Pero descubrimos que eso no sucedió en cantidades significativas. Si bien California experimentó un aumento inicial en las exenciones médicas luego de su derogación en 2015, disminuyeron después de que el estado implementó procesos de revisión centralizados en 2021. En general, las exenciones médicas aumentaron solo 0,4 puntos porcentuales, una diferencia estadísticamente significativa pero clínicamente modesta.
También examinamos los estados que tenían un acceso más limitado. Vermont derogó las exenciones filosóficas, pero mantuvo las exenciones religiosas en 2015. Washington derogó las exenciones no médicas solo para la vacuna MMR en 2019. Estas derogaciones parciales fueron menos efectivas y produjeron aumentos más pequeños y menos persistentes en las tasas de vacunación que los de la derogación total.
El tiempo también es importante. Nuestros hallazgos muestran que las tasas de vacunación aumentan con el tiempo, y el mayor aumento se produce tres o cuatro años después de la eliminación. Esto se debe en parte a que muchos estados no aplican las leyes inmediatamente a todos los niños, permitiendo períodos de implementación gradual.

California, Nueva York, Maine y Connecticut han eliminado las exenciones de vacunas no médicas, lo que significa que los niños deben vacunarse para asistir a la escuela a menos que tengan una razón médica válida. José Luis Pelaez Inc/DigitalVision vía Getty Images Por qué es importante
Las tasas de vacunación infantil de rutina están cayendo en picado en Estados Unidos, principalmente porque más familias buscan exenciones para sus hijos. Entre 2011 y 2023, las tasas generales de exención para jardines de infancia se duplicaron con creces, del 1,6% al 3,3%. Esta tendencia se aceleró durante y después de la pandemia de COVID-19, a medida que el escepticismo sobre las vacunas se volvió más generalizado.
Esta tendencia hace que cada vez más niños sean susceptibles a enfermedades prevenibles. El sarampión, por ejemplo, requiere una cobertura de vacunación de alrededor del 95% para prevenir brotes, e incluso pequeñas caídas por debajo de ese umbral pueden dejar a las comunidades vulnerables. En 2025, el país superó los 1.600 casos de sarampión, la cifra más alta desde 1992. Los expertos en salud pública temen que Estados Unidos pueda perder el estatus de eliminación del sarampión, declarado por la Organización Mundial de la Salud en 2000.
Nuestro estudio muestra que los cambios integrales de políticas pueden proteger significativamente la cobertura de vacunación. Cuando los estados eliminan las exenciones de vacunas religiosas, filosóficas y de otro tipo no médicas, las tasas de vacunación infantil aumentan, sin que los padres simplemente cambien a exenciones médicas.
Estos hallazgos proporcionan evidencia valiosa ante la disminución de la cobertura de vacunación y revelan lo que está en juego para los estados que consideran debilitar los requisitos de vacunación. En septiembre de 2025, Florida anunció su plan para poner fin a los mandatos de vacunación contra la hepatitis B, la varicela y la meningitis bacteriana, a lo que le seguirán siete enfermedades adicionales.
¿Qué sigue?
Nuestra investigación muestra que las soluciones políticas funcionan. Pero requieren una implementación integral y mecanismos de aplicación adecuados.
Ahora ampliamos esta investigación para analizar una pregunta crítica: ¿se agrupan los niños no vacunados en ciertos vecindarios o comunidades? Incluso cuando la tasa general de vacunación de un estado parece saludable, puede haber ciertas ciudades o distritos escolares donde las tasas son peligrosamente bajas, lo que deja a esas áreas vulnerables a brotes de enfermedades.
Comprender estos patrones ayudará a los funcionarios de salud pública a dirigir las intervenciones a las comunidades con mayor riesgo de sufrir brotes.
El Research Brief es una breve descripción de trabajos académicos interesantes.
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