En marzo de 2025, la Comisión Europea lanzó la Unión del Ahorro y la Inversión. Con ello quiere conseguir que el dinero que los ciudadanos europeos depositan en cuentas bancarias se utilice para inversiones en empresas y proyectos estratégicos de la Unión Europea.
En el primer trimestre de 2025, la tasa de ahorro de la población en la Unión Europea fue del 14,6%. De estos ahorros, casi un tercio (31,2%) se invirtió en efectivo y depósitos bancarios. Se trata de un porcentaje muy elevado si lo comparamos, por ejemplo, con el de Estados Unidos, que no llega al 12%.
La preferencia de los europeos por productos bancarios seguros deja unos 10.000 millones de euros sin apenas rentabilidad. Bruselas quiere que se transformen en inversiones y que actúen como motor del tejido productivo europeo.
Capital necesario para sectores europeos estratégicos
Europa debe abordar cuestiones estratégicas como la transición medioambiental, la digitalización, la competitividad y la seguridad. Las inversiones necesarias en estos sectores requieren mucho capital. De hecho, la Mesa Redonda Europea de Industriales cuantifica las necesidades de financiación, sólo para la transición ecológica, en alrededor de 800 mil millones de euros adicionales por año hasta 2030.
Los fondos públicos europeos son insuficientes para afrontar estos grandes desafíos. Por eso es necesario movilizar el ahorro privado. La Unión de Ahorros e Inversiones se esfuerza por alentar a los ahorradores a participar más en los mercados financieros. Este dinero podría utilizarse para financiar pequeñas y medianas empresas, proyectos innovadores e infraestructuras sostenibles en Europa.
En comparación con los depósitos bancarios, esta inversión implica asumir un mayor riesgo, pero va acompañada de una mayor rentabilidad esperada. De cualquier manera, son alternativas que te permiten diversificar tu inversión y mejorar tus expectativas patrimoniales futuras.
Desde el punto de vista de las empresas, la Unión del Ahorro y la Inversión abriría un abanico más amplio de fuentes de financiación y facilitaría el acceso al capital que necesitan para sus proyectos.
Si la estrategia tiene éxito, tanto los ciudadanos como las empresas también se beneficiarían del hecho de que la economía europea ganaría fuerza y competitividad.
Origen y medidas
Una unión de ahorro e inversión no nace de la nada. Es un paso más en la Unión de los Mercados de Capitales y está estrechamente relacionado con el informe Letta, publicado en abril de 2024, titulado Mucho más que mercados. Este informe pide que se complete la integración de los mercados financieros en la Unión Europea.
Este es el primero de los tres ejes principales de la estrategia, que se pueden resumir en:
Armonizar la regulación de los mercados financieros de los estados miembros para avanzar hacia un mercado financiero único. El objetivo es que el dinero pueda fluir fácilmente entre los países de la Unión Europea, eliminando obstáculos: diferentes regulaciones, supervisión, fiscalidad, etc.
Ofrecer a los ahorradores activos financieros más accesibles, comprensibles y transparentes: bonos emitidos por pymes, fondos de inversión retail-friendly, plataformas paneuropeas de crowdfunding, pensiones paneuropeas, etc. Además, se propone ofrecer incentivos fiscales a la inversión en este tipo de inmuebles. Un ejemplo de nuevos productos: los fondos de inversión con la etiqueta "Finance Europe" que garantizan que la mayor parte de los fondos se destinen a financiar empresas y proyectos europeos.
Mejorar el nivel de educación financiera de los ciudadanos europeos para que puedan tomar decisiones informadas. Una mayor cultura financiera, con un asesoramiento adecuado, es una condición necesaria para aumentar la confianza en el sistema financiero y para que esta iniciativa avance.
Educación financiera: un pilar básico
Sin las habilidades adecuadas, será difícil lograr que los ahorradores inviertan en productos financieros más complejos y comprendan sus riesgos.
Según la última encuesta sobre educación financiera en la UE, sólo el 18 por ciento de los europeos alcanza un alto nivel de este tipo de conocimientos, con grandes diferencias entre países. El caso de España es especialmente llamativo: ocupa el cuarto puesto desde abajo en la clasificación. De hecho, según la Encuesta de Competencia Financiera publicada por el Banco de España en noviembre de 2023, buena parte de la población española tiene dificultades para comprender conceptos básicos como inflación, interés compuesto o diversificación.
Además, una encuesta de Funcasa (Fundación Cajas de Ahorros), realizada en septiembre de 2025, revela un gran desconocimiento sobre el sistema de pensiones de la población adulta española.
Teniendo en cuenta esta realidad, Europa ha diseñado, en coordinación con todos los estados miembros, la Estrategia Europea de Educación Financiera, que incluirá programas en escuelas y universidades y formación para adultos.
Para mejorar la eficacia a largo plazo de este programa, la Federación Bancaria Europea recomendó la creación de una red europea de educación financiera y la inclusión de este tipo de formación como materia obligatoria en las escuelas primarias y secundarias.
Apuesta por el futuro de Europa
La unión del ahorro y la inversión es un salto cualitativo en la integración económica y financiera de la Unión Europea. Su éxito dependerá de la capacidad de Bruselas y de los Estados miembros para generar confianza, ofrecer productos financieros accesibles y, sobre todo, mejorar la educación financiera de los ciudadanos.
En un contexto global marcado por la competencia tecnológica, la transición verde y las tensiones geopolíticas, movilizar los ahorros europeos hacia proyectos estratégicos no es sólo una cuestión de rentabilidad: es un compromiso con la soberanía económica de la UE.
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