En el contexto de la suspensión temporal del programa nocturno de Jimmy Kimmel en ABC, los comentaristas han planteado, con razón, preocupaciones sobre la libertad de expresión, los derechos de la Primera Enmienda y la libertad de prensa, vinculándolos con la cuestión más amplia de la democracia en decadencia de Estados Unidos.
Pero también es importante considerar cómo la sátira política ayuda a defender la democracia en formas que van más allá de decir la verdad al poder.
Por ejemplo, la sátira política puede servir como fuente de conocimiento sobre temas de actualidad e incluso ha llegado a las aulas de ciencias políticas. Como forma de contar historias, también puede dotar a los ciudadanos de herramientas para afrontar momentos de crisis en tiempo real.
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Más aspectos de la sátira política
Para comprender mejor el poder múltiple de la sátira en tiempos de agitación política, podemos recurrir al trabajo de Sofia A. McLennan, profesora de relaciones internacionales y literatura comparada y experta en las conexiones entre la sátira, la democracia y la esfera pública.
En su libro de 2023 Trump Was a Joke: How Satire Made Sense for a President Who Wasn't, McLennan sostiene que si bien la sátira política ofrece a los ciudadanos formas de criticar a quienes están en el poder, también ayuda a informar al público, alienta al público a involucrarse críticamente con los temas en cuestión y utiliza el humor para reducir las barreras de la audiencia, especialmente en situaciones difíciles o fuera de contexto.
También señala estudios que sugieren que la sátira política puede construir comunidad e incluso establecer la agenda pública y política.
Sátira en tiempos sin precedentes
Según McClennen, esta diversidad de funciones importantes permite que la sátira sirva como un medio eficaz para dar sentido en tiempos políticos sin precedentes, como la primera presidencia de Trump de 2017 a 2021.
Trump y su grotesca personalidad pública, señala McLennan, hicieron de la sátira política un gran desafío cuando la realidad misma parecía un chiste de mal gusto.
Como también han señalado otros comentaristas, Trump ya parece una caricatura de sí mismo y, por tanto, inmune a la sátira. Para algunos, este problema generó dudas sobre la efectividad del género.
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La solución, explicó McLennan, pasó por repensar la forma en que funcionaba la sátira, esencialmente moviéndose para crear una ironía que hiciera "lo extraño real y al mismo tiempo revelara cuán extraña se ha vuelto la realidad".
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Como ejemplo particularmente eficaz de este nuevo enfoque, McClennen cita la aclamada interpretación de Trump que hizo Alec Baldwin en Saturday Night Live. El personaje funcionó tan bien, sostiene, precisamente porque no se alejó demasiado del original.
Por lo tanto, el retrato expuso efectivamente tanto la naturaleza performativa de la personalidad de Trump como las características antidemocráticas de su plataforma.
sátira canadiense
El libro de McLennan cubre el primer mandato de Trump; Como sabemos, las cosas se volvieron posiblemente aún más absurdas y sin precedentes durante su segundo mandato.
Ante una guerra comercial y constantes amenazas de anexión, los canadienses ahora se han convertido oficialmente en parte de esta ecuación.
Durante estos tiempos, las afirmaciones de McLennan sobre el poder de la sátira política quizás se vuelvan aún más evidentes. Para entender cómo, podemos recurrir a la sátira política canadiense.
Tomemos como ejemplo This Hour Is 22 Minutes de CBC: en un segmento del episodio del programa del 28 de enero de 2025, somos testigos de cómo dos compradores canadienses (interpretados por Mark Creech y Chris Wilson) luchan con la nueva realidad de amenazas de aranceles y anexión.
"Sólo hay un ganador en una guerra comercial..." Boceto "Este reloj tiene 22 minutos".
La obra reconoce la confusión y desorientación de los canadienses ante este nuevo conflicto, les brinda información concreta y útil que puede ayudarlos a navegar la situación actual y los invita a pensar en sus roles como ciudadanos afectados por el conflicto en un nivel más profundo.
Como señaló el crítico de The Globe and Mail TV, J. Kelli Nestruck, el clip resonó en muchos canadienses y se volvió viral, obteniendo 11 millones de visitas a Tik Tok en una semana. También se encuentra entre los vídeos de YouTube más populares de esta hora que se han subido en los últimos meses.
El segmento de 22 minutos transmitido pocas semanas después del boceto de la tienda de comestibles también presenta a Creech como el primer ministro de Ontario, Doug Ford. El boceto muestra el Ford de Critch reabasteciendo una licorería de Ontario después de una "pausa" de la guerra comercial, solo para retirarlo frenéticamente nuevamente.
"¡Doug Ford está reabasteciendo el alcohol en Estados Unidos! Espera... ¡¿Qué dijo Trump?!" Este reloj tiene un cronograma de 22 minutos.
El boceto reconoce la naturaleza absurdamente rápida e impredecible de la guerra comercial, pero también explica el papel especial de Ontario en el conflicto al señalar el poder adquisitivo de la provincia, al tiempo que menciona la revocación por parte de la provincia de un acuerdo anterior con Starlink de Elon Musk.
Otro sketch de 22 minutos de mayo presenta un grupo de autoayuda donde los canadienses admiten haber comprado en cadenas de tiendas estadounidenses o haber comprado productos estadounidenses.
"Los canadienses recurren a sus hábitos de compra estadounidenses ..." "Esta hora tiene un boceto de 22 minutos".
El clip puede verse como una continuación lógica del boceto de la tienda de comestibles, que confirma lo difícil e incluso confuso que puede ser cambiar los hábitos de compra durante la guerra comercial en curso. Pero el boceto también informa a los espectadores sobre prácticas de etiquetado de alimentos potencialmente engañosas y evoca un sentido de comunidad al enfatizar que todos los canadienses están juntos en esto.
Compromiso más profundo
Todos estos ejemplos resaltan que, aunque a menudo se piensa que la sátira es principalmente un escenario para comentarios políticos críticos, también tiene la función vital de informar al público y fomentar un compromiso más profundo con los temas en cuestión.
En el contexto canadiense, formatos satíricos como 22 Minutes también forman parte de una variedad de comentarios culturales y políticos canadienses en el mar de voluminosos medios estadounidenses.
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La sátira política crea oportunidades para la acción y el compromiso públicos que van mucho más allá de decir la verdad al poder. También permite a los ciudadanos navegar más eficazmente en circunstancias desorientadoras y aceleradas, lo que resulta especialmente útil en tiempos de agitación política.
Limitar el alcance de la sátira mediante medidas regulatorias tendría consecuencias mucho mayores que simplemente silenciar las voces críticas.
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