Cada verano, los incendios forestales se repiten en el paisaje español y las estrellas en las noticias. Estos últimos días fueron especialmente dramáticos, con incendios desastrosos en tarifas, fatiga, madrid o Las Medulla, un espacio natural que ha destruido totalmente.
Aunque los datos de hemilidad difieren de manera diferente, ya que más de 310,000 hectáreas quemadas en 2022. A aproximadamente 48,000 hectáreas 2024. Años, el rastro de la destrucción de la biodiversidad y las comunidades rurales permanecen. Es un buen momento para recordar que, también con fuego, la mejor estrategia es la prevención.
Triángulo triglavo
Para evitar esto, primero debe comprender cómo comienza el fuego. La clave está en el concepto básico, "Triángulo de fuego", compuesto por tres elementos: calor, oxígeno y combustible. Si eliminamos alguno de ellos, el fuego se apaga.
El calor es el gatillo, "un más ligero" que brilla llama, en forma de rayo, chispas accidentales o negligencia. En España, más del 90% del fuego tiene causas humanas. Oxígeno, presente en el aire, alimentando las llamas. Debido a la vela cubierta con un vaso y se elimina este elemento, se apaga.
Finalmente es combustible. A la parrilla, el carbón en sí no arde; Necesita material que recompense fácilmente las llamas. Lo mismo ocurre con la montaña, donde la vegetación de estímulos (secas, arbustos y ramas caídas) actúa como ese papel o esas toallitas: se gira más fácilmente y permite que el fuego se expanda a los árboles.
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Abandono rural: combustible silencioso
Con calor y oxígeno fuera de nuestro control directo, la única ruta realista para la prevención es administrar el tercer componente: combustible. Y el principal responsable de su peligrosa acumulación es un delicioso problema: el abandono rural. Muchas áreas del interior de España han dejado de cultivar o caerse. Como resultado, la montaña está llena de vegetación que actúa como combustible natural.
El giro del fuego es una solución superior y, por lo tanto, siempre es demasiado tarde. La clave, por lo tanto, no solo lucha contra las llamas, sino que aposta por la gestión activa del paisaje, lo que nos permite controlar ese combustible. No se trata de eliminar la vegetación, sino del manejo de la inteligencia.
El bosque "limpio" no es un bosque sin vegetación, sino un ecosistema saludable y resistente que organizó refugios de biodiversidad y mantiene hábitats básicos.
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Cómo proporcionar un bosque de valor
La clave es crear una economía rural basada en el uso de una montaña. Aunque estas tareas generan empleo en España vacía, también cuestan dinero. Por lo tanto, es necesario proporcionar el valor del bosque. Para que la montaña pase, es necesario crear una economía sostenible en torno a productos y servicios como ganado extenso, forestal, agricultura mixta, turismo y otros productos no maderras.
Proyectos como Prism, Biowalor o Biography + Málaga exploran cómo convertir esta gestión activa en empleo y oportunidades rurales. Es una reunificación de nuestras montañas no solo como espacios naturales, sino también como motores de desarrollo locales.
Tecnología de prevención, no solo apagar
La tecnología puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de una economía rural. En Navarru, los servicios de ambulancia han desarrollado un sistema de información geográfica que le permite asignar áreas de riesgo, visualizar el acceso y coordinar las respuestas en tiempo real.
Este sistema, cuyo valor radica en la prevención, le permite conocer la precisión donde se acumulan los senderos de combustible de combustible o qué áreas requieren prioridad. Por lo tanto, los productos de montaña pueden basarse en datos y evidencia, lo que permite la inversión de recursos en los que son más necesarios y más eficientes.
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Economía circular y prevención: la misma lucha
El viejo bosque es muy correcto: los incendios no salen verano, sino en invierno. Prevenir incendios implica la revisión del uso de nuestros recursos forestales. Una montaña bien administrada, que alimenta la economía circular alrededor de sus productos y servicios, es una montaña más segura.
Si bien da los valores del bosque, se reduce por amenazas que lo tejen, cuidan las montañas, los hilados en la dinamización de la economía rural y devolver la vida a las personas.
La oportunidad de más prosa y resiliencia del futuro está en nuestros bosques. Desde que se usa la montaña, más biodiversidad y más viven. Y, por supuesto, reduce el riesgo de incendio.
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