El verano boreal llega y, en el hemisferio norte, millones de personas se preparan para ir de vacaciones con la esperanza de descansar, volver a conectarse con sus seres queridos y vivir nuevas experiencias. Pero lo que a menudo se descuida es que estas decisiones también dejan la etiqueta: en el medio ambiente, en los ecosistemas y las comunidades visitan.
La buena noticia es que hoy es posible disfrutar del viaje sin aplicar el planeta. Y aún mejor: podemos hacerlo desde el momento en que comenzamos a planificar.
Sostenible
Según un informe de viaje sostenible 2024, el 83% de los pasajeros creen que es importante viajar sostenible. Sin embargo, casi la mitad (45%) dice que sienten una cantidad inundada de mensajes de sostenibilidad, muchos de ellos poco claros o difíciles de aplicar. Esta fatiga climática no se debe a la falta de interés, sino por la falta de información concreta, disponible y confiable para tomar mejores decisiones.
Los pasajeros quieren hacer lo correcto, pero necesitan pautas prácticas. Al mismo tiempo, muchos hoteles y destinos quieren mejorar, pero no siempre saben cómo comunicarse o implementarlo de manera efectiva.
Ni dejar de viajar o sentirse culpable
El viaje de manera sostenible no implica ni se siente culpable. Es que esto es consciente de lo consciente, reduciendo nuestro impacto ambiental y contribuye positivamente al lugar que visitamos. Cuando las personas viajan con el objetivo de mejorar su experiencia: se sienten satisfechos, siguen siendo mejores y crean conexiones significativas con el medio ambiente.
Para lograr esto, es crucial tomar buenas decisiones en tres aspectos: destino, alojamiento y actividades durante el viaje.
Seleccione destinos responsables. Ningún lugar está igualmente listo para recibir turistas. Algunos han desarrollado políticas claras para proteger sus recursos naturales, evitar la masificación y trabajar con las comunidades locales. Una forma práctica de identificación es revisar si tienen certificados como el destino de la biosfera o el destino verde, que apoyó al Consejo Turista Sostenible a nivel mundial (GSTC). Estas garantizan que el destino se entiende seriamente su compromiso con la sostenibilidad.
Elija alojamiento sostenible. En el sector del hotel, muchas marcas incluyen práctica sostenible. Pero eso no es suficiente para que el hotel diga que es ecológico. El análisis de 33 alojamiento verde de la región de Sabana, en Colombia, mostró la mayor cantidad de enfoques en acciones simples, como la reutilización de una estrategia verdaderamente verde y solo el 3% cumplió los criterios de alta sostenibilidad.
Por lo tanto, es importante buscar alojamiento que tenga certificados confiables, como una llave verde, LEED o ISO 21401. También se puede verificar si están marcados como "excursiones sostenibles" en las plataformas de viaje. Además, algunos permiten filtrar prácticas reales en áreas como energía, agua, desechos y apoyo comunitario.
Participar activamente del papel de los pasajeros. Al lado de donde vamos y donde dormimos, lo que hacemos durante el viaje también cuenta. Usar botellas reutilizables, consumir productos locales, evitar el uso excesivo de agua y energía en el hotel, respetar la cultura del lugar o la transición en bicicleta o transporte público son gestos simples pero muy efectivos.
¿Viajar bien o viajar mejor?
Hecho clave: el transporte aéreo sigue siendo el mayor editor de turismo internacional, con más de 600 millones de toneladas de CO₂ proyectadas para 2030. Años. Por lo tanto, si volamos, es aconsejable elegir vuelos directos e intentar inventar nuestra impresión de carbono.
El concepto que obtiene poder es un viaje lento: moverse menos, pero vive cada experiencia más intensamente. Los viajeros que son prioridad de serenidad, conexión comunitaria y experiencias locales generalmente se devuelven con un mayor bien emocional.
La sostenibilidad no es una exención, sino más rica y una forma más consciente de disfrutar del mundo.
Más allá de las buenas intenciones
En resumen, aquí hay cinco recomendaciones para, cuando viajamos, actuamos con conocimiento y no solo una buena intención:
Aprender en certificados reales. No todas las marcas son confiables. Busque alojamiento y destinos aprobados por el Consejo de Turismo Sostenible a nivel mundial (GSTC) o de acuerdo con estándares como ISO 21401, evalúa la sostenibilidad ambiental y económica.
Asegúrese de que la coherencia sea lo que se comunica. Las prácticas sostenibles deben ser visibles, medibles y verticales. Un hotel serio publica resultados, no solo promete: la confianza se basa en la transparencia, no en los lemas.
El valor de la influencia local de alojamiento. Prefiere el alojamiento que crea empleo, respeta la cultura y el trabajo con los fabricantes de lugares. La sostenibilidad también es igualdad.
Busque las experiencias para enseñar. El viajero sostenible no solo descansa, también aprende. Participe en actividades que promuevan el conocimiento sobre el medio ambiente y su preservación.
Comparta lo que aprendió con los criterios. Su testimonio puede inspirar a los demás. La expansión de buenas prácticas ayuda a legitimar los modelos turísticos responsables y transformadores.
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