En la última década, el sector de la salud experimentó una digitalización acelerada, guiada por sensores conectados, inteligencia artificial y uso masivo de datos clínicos. Hoy el futuro abre la puerta a un nuevo cambio, que no solo es tecnológico. Es profundamente humano. Si tuviéramos que ilustrar esto con ejemplos del cine, lo que vivimos en los últimos años en la digitalización de la salud recuerda un informe sobre la minoría cinematográfica, donde los algoritmos predictivos intentan progresar en problemas de salud como si fueran crímenes para resolver.
El objetivo era automatizar procesos, predecir patologías y reducir el tiempo de atención. ¿Se ha logrado? En gran medida, probablemente no en realidad. O, al menos, no con la firmeza y el capital que requiere el sistema. En cualquier caso, en 2025. años ya no es suficiente para implementar estos desafíos.

Software de diagnóstico que ayuda a personalizar. Wikimedia Commons., CC de
El desafío que tenemos de antemano está más cerca de su universo: no se trata de las máquinas que reemplazan a los profesionales, sino para comprender y devolver el control de sus datos al paciente.
Hospitales inteligentes para ecosistemas para personas
El concepto de atención médica 5.0 no priva el progreso previo. Pero reconfigurar. Ya no es suficiente conectar dispositivos médicos o robotización de reuniones operativas. Ahora se requiere la garantía de que estas tecnologías están al servicio de la dignidad, la privacidad y el capital. Esta es una evolución convergente con la visión japonesa de la sociedad 5.0, donde la tecnología actúa como un mediador entre las necesidades humanas y la complejidad del mundo digital.
Dentro de este marco, aparecieron tantos pacientes "gemelos digitales", que son réplicas virtuales en órganos o patologías en tiempo real. Por otro lado, explica la inteligencia artificial (XAI) que se involucra en el sistema, lo que no predice solo el pronóstico, sino que justifica que ocurriera una conclusión dada. Y en las casas de los ancianos, comenzamos a encontrar robots sociales, diseñados para el cuidado emocional. Es una droga que no solo mide los impulsos, sino que comprende el silencio.
Detrás de este gran salto, supere la arquitectura electrónica avanzada que permite la miniaturización, la integración y la distribución de la inteligencia en el entorno propio del paciente. Los equipos multidisciplinarios de ingenieros electrónicos, biólogos y médicos trabajan en todo tipo de sensores biomédicos de implantes, circuitos integrados específicos para aplicaciones médicas (ASI) y sistemas cibertados con conexión inalámbrica segura.
Esta cadena tecnológica del bebé nueva forma de fabricar electrónica: que se basa en un consumo ultra bajo y una gran precisión y puede funcionar en tiempo real y en condiciones fisiológicas complejas.
Hemos convertido el cuerpo humano en un espacio de cálculo en el que la información médica se crea constantemente. Si la ciencia ficción estaba hablando de "Living Dead" aquí, enfrentamos un concepto mucho más positivo: "hecho vivo" (que se refiere a datos constantemente actualizados y reflejando procesos dinámicos en tiempo real). Y la electrónica es una base material que le permite realizarla.
Datos de datos: desde la eficiencia clínica hasta la soberanía de la información
Si la electrónica es la base, el recurso que mejor define esta transición son los datos en sí. Es, por supuesto, lo que debe estar regulado por criterios éticos, legales y sociales. Ya no es suficiente para el almacenamiento y el procedimiento. Debe decidir quién puede ver, usar y modificar qué información, cuándo y para qué.
Esto nos lleva al concepto de datos del gobierno, que incluye calidad semántica e interoperabilidad, de modo que los sistemas comprenden lo que comparten y el consentimiento dinámico, donde el paciente puede cambiar en tiempo real en los permisos en tiempo real para sus datos.
Además, se necesitan modelos distribuidos, como datos o información personal de que los ciudadanos permiten a los ciudadanos recuperar el control de sus registros médicos incluso a través de tecnologías que no estaban disponibles como si fueran billeteras pequeñas o digitales.
Desafíos legales y políticos del hecho que ya no es neutral
El desafío ha dejado de ser solo un problema tecnológico. Este nuevo paradigma implica decisiones de un profundo borrador político y legal. ¿Quién reacciona si el algoritmo de Triaed está mal? ¿Qué sucede si el seguro médico aborda datos no autorizados que concluyeron la inteligencia artificial? ¿Cómo prevenimos los sesgos algorítmicos que aumentan las desigualdades sociales en el diagnóstico?
La Unión Europea comenzó a sentarse con las regulaciones sobre inteligencia artificial y gestión de datos. Pero para garantizar el éxito, el enfoque debe establecerse en el diseño: si queremos una salud realmente enfocada, se necesitan sistemas digitales que dan prioridad al poder de la persona debido a sus propios datos sin sacrificar la coordinación institucional.
A la nueva cultura de cuidado
El nuevo enfoque también incluye una apertura cultural. La medicina excede un modelo basado en otro diferente basado en la conexión, donde los médicos no están sangrados por pantallas y los pacientes no son avatares cuantificados.
En cierto modo, hay quienes los consideran regresan al juramento hipocrático con medios cibernéticos. Porque, como Android Roi Batti le dijo a Blade Runner, una persona realmente humana no está en efectividad, sino en experiencia: "Vi cosas que no creyeras ...". En esta nueva salud, lo que está en cuestión no es solo nuestra salud, sino el derecho de vivirla de una manera completamente humana y consciente.
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