Ansiedad, redes sociales e insatisfacción democrática. Estos tres ingredientes parecen dar forma a un nuevo miembro del joven que reorganizó la parte de la Generación Z. Hay tres elementos que se convirtieron en la consolidación final y esa sociedad ya ha establecido una pregunta inquietante: ¿por qué muchos jóvenes se han sentido más reaccionarios, lo que históricamente los caracterizó?
Sí, muchos jóvenes trabajan radicalizados y también queríamos saber por qué. La respuesta no es fácil, pero algunos vectores se repiten en muchos países de Europa.
Primero, corregir y esa ansiedad lo causa. Las generaciones jóvenes aumentaron bajo el peso de las crisis económicas, con salarios estancados, prohibición de alquiler y el horizonte futuro marcado incertidumbre. Y creen emocionalmente que racional y sin tener ninguna garantía o referencia con respecto a que los extremos de la mayor extremidad de ese agujero.
Como Erich tenía miedo a la libertad, en ausencia de estructuras de apoyo, la libertad se convierte en la carga y el deseo de seguridad puede llevar a adoptar ideologías autoritarias que prometen el orden y el significado. Ella nos recordó a Victor Hugo Perez Gallo, de la Universidad de Saragoza, quien llamó a la "Revolución Pasiva", un proceso de transformación obvio en el que las élites dominantes adoptan ciertas demandas populares para desactivarlas sin desactivarlas. Estos están, sometidos a cambios superficiales que dan la impresión de progreso o grietas, pero en realidad mantienen un orden existente.
Por ejemplo, en España, muchos jóvenes creen que creen en la revolución pasiva: "revolución" que no transforma nada necesario, sino que canaliza su naturaleza narrativa perjudicial que mantiene la base del sistema que renuncia.
Wox, como otro entretenimiento similar en Europa, ofrece una identidad simple de una narrativa que convierte la inquietud existencial en un eslogan político. Porque los partidos ultraconservadores adoptan elementos de incomodidad juvenil, pero canales sin convertir estructuras de fondo.
Meme y mensajes simplificados
El factor clave en este proceso es una red social. En lugar de debates pacíficos, memes, información errónea, mensajes simples y videos virales que se quejan más de la emoción que pensar. Datos como Andrew Tate o Alice Pérez se convirtieron en hombres jóvenes de referencia que encontraron en su conspiración misógina, antifinista y del habla prometen reconstruir el "orden natural".
El lenguaje emocional, la crítica de los medios tradicionales y la creación de identidades digitales permitieron un ultra comisión que están tejiendo una comunidad simbólica que opera como una cámara de eco. Todo esto fue contado por Fernando Carcavilla, Carmela García y Jorge Miguel Rodríguez, de la Universidad de San Jorge.
La influencia del antifminismo es particularmente significativa. Más de la mitad de los jóvenes en España creen que el feminismo "demasiado lejos". Este rechazo reacciona muchas veces a la sensación de pérdida de estado y confusión de identidad, no una posición razonable.
En ausencia de referencias masculinas sólidas, las ofertas de seguridad extrema de seguridad, jerarquía y enemigos claros: el feminismo, los inmigrantes y los progresistas hablan. Algunos de estos datos proporcionaron Maite Aurekoetke, de la Universidad de Deusto.
Todavía es curioso que en las últimas elecciones se celebrarán en Alemania, las mujeres jóvenes decidirán a la izquierda a medida que los hombres confíen en el ultra respetado.
De la apatía a la antipatía
Hay interrupciones preocupantes con los valores democráticos. Una parte importante de los jóvenes cree que el gobierno autoritario es aceptable si garantiza seguridad o bueno, miserable. La apatía inicial según la política se convirtió en antipatía activa. Ya no es solo restrictivo como una forma de protesta, sino en los modelos que lo acompañan que conducen en el sistema democrático. Y estos son jóvenes que en el caso de España no vivieron en la dictadura francoísta, no tienen referencias muy claras sobre lo que significaba para esta compañía y lo que ondulaba a sus propias libertades.
El desafío es enorme. Es necesario comprender las deficiencias que llenan el ultra correo electrónico en estos jóvenes y renovan la historia colectiva que ofrece miembros y esperanza. Desde el futuro de la democracia se juega en gran medida en las emociones y pantallas de aquellos que tienen unos 20 años.
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