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La creciente demanda de Ozempic desató una ola de ataques de bandas criminales en Brasil

 

El auge en la demanda de tratamientos contra la obesidad ha impulsado un mercado ilícito para grupos organizados en Brasil. La creciente popularidad de medicamentos como Ozempic, Wegovy y Saxenda ha llevado a un aumento alarmante en los robos violentos a farmacias, especialmente en São Paulo, según un informe del New York Times. Estos fármacos, de alto costo y gran demanda, se han convertido en un objetivo codiciado para bandas criminales que buscan lucrar con su reventa.

El impacto de esta crisis se reflejó en un asalto ocurrido el 26 de enero de 2024, cuando David Fernando, un farmacéutico en São Paulo, fue víctima de un robo a mano armada. “Pidieron dinero, pero sobre todo los medicamentos refrigerados”, relató Fernando, cuya farmacia ya había sido asaltada previamente por el mismo motivo. El precio de Ozempic, que oscila entre 700 y 1.100 reales brasileños (aproximadamente 120 a 190 dólares), lo convierte en un bien altamente rentable para los criminales, en un país donde el ingreso promedio mensual ronda los 300 dólares.

La fiebre por estos medicamentos ha sido impulsada por celebridades brasileñas que promueven su uso en redes sociales, disparando la demanda. Instagram y TikTok han servido como plataformas para figuras como Luiza Possi y Wesley Safadão, cuyas publicaciones sobre su experiencia con Ozempic han influenciado a miles de seguidores. Sin embargo, esta popularidad ha traído consecuencias no deseadas: la desesperación de algunos por conseguir el fármaco ha derivado en un aumento significativo de la criminalidad.

Las estadísticas de la Policía de São Paulo muestran un crecimiento exponencial en los robos relacionados con estos medicamentos. De un solo caso en 2022, se registraron 18 en 2023 y 39 en 2024. Algunos expertos advierten que la cifra real podría ser mayor, dado que muchos informes policiales no detallan los medicamentos sustraídos. Ante esta situación, varias farmacias han adoptado medidas extremas, como contratar seguridad privada o retirar estos productos de sus estantes.

El crimen organizado también ha evolucionado, diversificando sus métodos. No solo se registran robos a farmacias, sino también asaltos a camiones de distribución y fraudes en plataformas de comercio electrónico. Según Pedro Ivo Corrêa dos Santos, jefe del Departamento de Investigación Criminal de São Paulo, algunas bandas trabajan con empleados de transporte para facilitar los robos, lo que demuestra la sofisticación del esquema delictivo.

A nivel mundial, la escasez y el alto costo de Ozempic han generado problemas similares en países como Estados Unidos y España, aunque la magnitud del fenómeno en Brasil es especialmente preocupante. Con la posible llegada de versiones genéricas a partir de 2026, se espera que el mercado negro pierda atractivo. Mientras tanto, las farmacias de São Paulo enfrentan el dilema de seguir ofreciendo estos medicamentos sin exponerse a nuevos riesgos de violencia y fraude.

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