En España cada vez más personas viven solas en casa, en hogares unipersonales. Crecieron de cinco millones en enero de 2021 a más de 5,5 millones en julio de 2025, según el Instituto Nacional de Estadística. Esto supone un incremento del 10,8% entre ambas fechas. Mientras, los hogares de dos personas aumentaron un 9%, los de tres apenas aumentaron un 1,6% y los hogares de cuatro o más personas disminuyeron muy ligeramente (-0,3%).
En julio de 2025, España tenía 19,6 millones de hogares. De este total, el 29% eran dos personas; 28%, empresarios independientes; el 23%, cuatro o más personas y el 20%, tres. Pese a su claro aumento, los hogares unipersonales no son el modo de vida más común en España, pero podrían serlo en los próximos años: aunque en julio de 2025 era más habitual vivir en hogares bipersonales, sólo había 130.520 más de este tipo respecto a los unipersonales. Y esta diferencia se redujo respecto a enero de 2021.
Diferencias por comunidad
Cada vez estamos más solos en casa, pero existen claras diferencias entre comunidades autónomas. Los datos muestran dos tendencias. En toda la cuenca mediterránea, en Baleares y en Madrid, los hogares bipersonales predominan sobre los unipersonales. El 26,7% de la población vive en hogares unifamiliares de la zona, una de cada cuatro personas.
Mientras, en las zonas más rurales del norte de España, las dos Castillas, Extremadura y Canarias, los hogares unipersonales predominan sobre los bipersonales. En este caso, el 31,2% de las personas vive en el primero (uno de cada tres).

INE.
Hay varios motivos por los que cada vez vivimos más solos en casa. El primero se relaciona con la estructura de edad y género de la población y la esperanza de vida. España es un país con cierto grado de envejecimiento. En 2022, más del 20% de la población tiene más de 65 años. Además, la esperanza de vida de las mujeres es mayor que la de los hombres: 86,3 años para las mujeres, frente a 81,1 años para los hombres, en 2025.
Mujeres viudas y parejas separadas
Por este motivo, muchas personas que viven solas son mujeres, probablemente viudas, que empiezan a vivir en un hogar unipersonal tras perder a su pareja. Estos casos causan preocupación cuando conducen a una soledad no deseada.
Hay otras razones relacionadas con la diversificación de formas de convivencia. Cada vez hay más divorcios y separaciones, así como parejas que viven juntas pero separadas, es decir, "cada uno en su propia casa".
La formación de hogares con una sola persona está sujeta entonces a dos condiciones. El primer factor es que los hijos o hijas de esta nueva o antigua pareja ya no viven con sus padres. Otro factor que condiciona la formación de este tipo de hogares es la existencia de fondos suficientes para cubrir los gastos de dos viviendas.
La edad, el género, el ciclo de vida y el coste de la vivienda, además de cambiar la forma de convivir, determinan si se formarán o no hogares unipersonales. Estos factores explican las dos tendencias observadas anteriormente.
Envejecimiento de la población y precios más bajos de la vivienda
Cuando los hogares unipersonales son el modo de vida más común, la población es mayor y el costo de la vivienda es menor. Aunque habría que analizar el mismo fenómeno con microdatos, esto es lo que observamos en las zonas del norte de España, las dos Castillas y Extremadura.
A nivel regional, la proporción de personas mayores de 65 años es una de las más altas del país. Oscila entre el 20,1% de Castilla La Mancha y el 28,4% de Asturias. También se confirma la conexión entre una mayor proporción de hogares unipersonales y los menores precios de la vivienda.
Según el Observatorio de la Vivienda Asequible de la organización no gubernamental Provivienda, en todas las regiones del norte, las dos Castillas, Extremadura y Canarias, los precios del alquiler alcanzaron un máximo de 500 euros en 2022, entre los más bajos de España.
En cuanto a los precios de compra de las viviendas, en 2025, según el mismo observatorio, eran más bajos en las regiones mencionadas, donde predominan los hogares unipersonales.
¿Y nuestros vecinos europeos?
Si bien es cierto que en España cada vez hay más hogares unipersonales, su porcentaje no alcanza la media europea. En 2024, el 35% de los hogares de la Unión Europea estaban encabezados por una sola persona, frente al 28% en España. Desde 2015, la tendencia de este tipo de hogares ha ido aumentando en todos los países, aunque hay cuatro excepciones: Eslovaquia -donde la proporción de hogares unipersonales disminuyó significativamente entre 2015 y 2024-, Hungría, Irlanda y Polonia, donde el descenso fue mínimo, según Eurostat.

Eurostat.
Es cierto que en España cada vez vivimos más solos en casa, aunque hay dos factores clave que están frenando esta tendencia. El primero es el coste de la vivienda, que lleva varios años superando los ingresos. El segundo es la existencia de un régimen social "familista", en el que la familia y, por extensión, las redes de apoyo locales proporcionan soluciones y recursos donde el Estado y el mercado no llegan.
Mientras tengamos esta amplia red de apoyo familiar y vecinal, vivir solo en casa no será necesariamente sinónimo de estar solo.
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