En un mundo donde la tecnología está en todas partes, ver que los niños pequeños usan móviles o píldoras se convierten en una imagen diaria.
Por ejemplo, todo es más común para ingresar a un restaurante y ver a niños y niñas absorbidos mirando la pantalla mientras comen sin prestar atención a lo que sucede a su alrededor.
Esta imagen, especialmente repetiendo restaurantes de comida rápida, fue exactamente lo que nos llevó a investigarnos. El principal resultado de nuestro estudio, realizado con 1.616 niños en Barcelona en Barcelona, es que casi uno de cada tres niños (28.1%) usó un teléfono móvil antes, durante o después de la comida, pero también podríamos destacar otras conclusiones interesantes.
Móvil como "niñera" digital
En los restaurantes de comida rápida, generalmente hay ruido, filas y atmósfera llenas de estímulos visuales y de sonido. En este contexto, muchos padres o cuidadores recurren al móvil para calmarse, entretener o simplemente emplear niños.
Descubrimos más teléfonos inteligentes en niños mayores (de 7 a 10 años), en menores con un comportamiento más inquieto y familias con poca interacción entre adultos y niños. Uno de los hallazgos más importantes fue confirmar que cuando no hubo interacción entre los cuidadores y los menores, la probabilidad de uso móvil ha aumentado casi un 60%.
Es decir, cuanto menos conversación estaba hablando, era un dispositivo más usado. Esto incluye la pérdida de oportunidades para fortalecer la conexión familiar durante los alimentos, un momento clave para la coexistencia y la educación emocional.

El uso de teléfonos móviles entre menores está más extendido. ¿Quién permite más teléfono móvil en la mesa?
También revelamos que los niños a cargo de los padres menores de 30 años recibieron uso móvil. Los adultos jóvenes pueden normalizar el uso de la pantalla en la vida cotidiana. Además, notamos que los cuidadores masculinos (padres u otros compañeros masculinos) estaban permitidos de las mujeres.
Los recursos disponibles en las instalaciones también afectan. Cuando el restaurante ofreció juguetes, juegos o materiales de pintura, el uso del dispositivo ha disminuido claramente. Esto indica que, dada la falta de estímulos incuestionables, el teléfono se convierte en la parte predeterminada.
Pantallas, comida y salud
Este comportamiento afecta directamente la comida y la salud. Primero, los niños que usan un teléfono móvil durante las comidas prestan menos atención a lo que toman en la boca. Se tragan más calorías, por lo que aumenta el riesgo de peso o obesidad excesivos.
Además, la atención en el dispositivo puede cambiar la sensación de saciedad, fomentar la alimentación distraída y reducir el disfrute de los alimentos. También los exhiben por anuncios de alimentos poco saludables, lo que puede afectar sus preferencias.
Por lo tanto, el uso de la pantalla en la mesa no es solo una cuestión de modales. También es una cuestión de salud pública.
¿Qué podemos hacer?
No se trata de la prohibición de la tecnología, sino de aprender a vivir con ella de una manera equilibrada. Los dispositivos móviles son parte de nuestra vida diaria y también de niños. Denegar su existencia o eliminación de su uso no solo es poco realista, sino que puede ser contraproducente.
Las comidas son una oportunidad para hablar como familia, enseñar hábitos saludables y transferencias. Algunas ideas simples pueden ayudar:
Promover una conversación sobre temas diarios.
No ofrezca, las alternativas: historias, juegos o materiales para colorear.
Dar un ejemplo: si los adultos mantienen el móvil, los niños también lo harán.
Establezca estándares claros: sin pantalla durante las comidas, tanto en casa como fuera.
Además, las familias no están solas. Los restaurantes también pueden ayudar a crear espacios amigables para la infancia. Por ejemplo, ofrecer materiales para reproducir o pintar o habilitar áreas que fomentan la interacción.
Aunque nuestra investigación se realizó en España, especialmente en Barcelona, sus conclusiones se aplican en muchos otros contextos. Según la Institución Estadística Nacional, 2024, el 69.6% de los niños entre 10 y 15 años usaron un teléfono móvil.
Por lo tanto, es urgente promover la conciencia de los riesgos del uso excesivo. Los autores de los estudios invitan a madres, padres y cuidadores a reflexionar sobre estos hallazgos y promover el desarrollo más saludable de los niños, promoviendo a una persona más grande, en la fecha durante las comidas.
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