La aviación es necesaria para el transporte del mundo global que vivimos, pero también representa una serie de trabajo único en el trabajo que capturó a la comunidad científica y que los trabajadores de este sector en suspensión: cabina de pasajeros (TCP) y pilotos.
Específicamente, diferentes estudios sugieren una mayor frecuencia de cáncer, trastornos del sueño y otras patologías crónicas relacionadas con factores que están expuestos a los miembros de la tripulación del decano.
Riesgos únicos
El trabajo de los pilotos y TCP implica un conjunto de condiciones de trabajo que difieren significativamente de otras tareas y puede conducir a trastornos de salud importantes. Entre los factores más relevantes están:
Exposición de ionizante y radiación cósmica ultravioleta (UV): esta radiación crece significativamente con grandes altitudes, de modo que las tripulaciones aéreas reciben dosis anuales más altas que aquellos trabajadores en ocupaciones de tierras similares. Unir la radiación puede causar daño en el ADN y, por lo tanto, mutaciones que pueden ejecutar diversas enfermedades, como algunos tipos de cáncer.
Cabe señalar que el TCP tiene un riesgo mucho mayor cuando realizan viajes intercontinentales desde vuelos nacionales, porque la altura se mantiene en la aeronave aumenta el apoyo al efecto de la radiación cósmica, entre otros factores.
Modificación del ritmo circadiano: horario inadecuado, trabajo nocturno, exposición a la luz artificial y cambios constantes en la zona horaria afectan los ritmenos biológicos. Esta desregulación está asociada con problemas metabólicos y cardiovasculares. Aunque también está conectado a algunos tipos de cáncer, la evidencia no es tan clara.
Presión atmosférica: la exposición permanente a un entorno de baja atmosférica también juega un papel importante en el colapso de la salud cardiovascular. Los cambios frecuentes en la presión podrían asociarse con una mayor frecuencia de hipertensión y moverse en la función circulatoria, estimando el riesgo de 3.5 veces más que las enfermedades cardíacas en este colectivo.
Contaminantes del aire: la falla del aceite y otros compuestos químicos pueden contaminar el aire en la cabina, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias y neurológicas. Además, la presencia extendida en un entorno de baja humedad también puede contribuir a problemas dermatológicos. Sin embargo, debe investigarse más para evaluar el impacto de estas exhibiciones de salud a largo plazo.
Cáncer: la mayoría de la influencia de lectura
Varios estudios epidemiológicos han mostrado una mayor frecuencia de ciertos tipos de cáncer en la tripulación aérea. Entre las especies más relevantes se encuentra el melanoma, cuyo riesgo podría incluso duplicar la población general según algunos estudios. Aunque la exposición a la radiación cósmica ionizante se presentó como un factor clave, también es crucial considerar largos períodos bajo el sol durante las escamas en destinos soleados, que deben controlarse.
En cuanto al cáncer de mama, su frecuencia parece ser mayor debido a estos factores profesionales. Además, algunos estudios sugieren que el cáncer de tiroides (principalmente porque esta glándula se ve afectada por la radiación) y los linfomas también son más comunes entre los profesionales del aire, aunque los resultados no son completamente consistentes.
Otras patologías
Además del cáncer, la tripulación aérea enfrenta un alto riesgo de sueño y trastornos crónicos de fatiga. Los ritmos cirpadianos alterados por valores constantes en relación no solo con el descanso, sino también la salud mental, con la prevalencia de algunos síntomas hasta 5.5 veces más altos en este grupo.
Los problemas con los problemas de hueso muscular también son comunes debido a largas horas y equipaje pesado.
Por otro lado, la exposición constante de un entorno de bajo exitimiento y variaciones constantes en él, así como la falta de actividad física durante el vuelo largo, los factores son factores que juegan un papel importante en la descomposición de la salud cardiovascular de estos profesionales.
Finalmente, la tripulación de cabina de pasajeros generalmente tiene un menor número de embarazo y la edad más avanzada del primer parto, lo que aumenta el riesgo de no alcanzar el final.
¿Qué se puede hacer?
Aunque el trabajo de la tripulación aérea implica ciertos riesgos, hay medidas que pueden reducir su impacto y debe verse obligado a aplicar:
Monitoreo de la exposición a la radiación: implementar sistemas de monitoreo para calcular las dosis acumuladas y establecer límites seguros. Actualmente hay una directiva europea que limita la exposición a la radiación ionizante en el lugar de trabajo, aunque aprobada más de una década.
Optimización de horas: diseño en movimiento que minimiza el cambio de los ritmos circadianos.
Aplicación de cronoterapia: este enfoque busca ajustar el tratamiento del ritmo circadiano del cuerpo, puede ofrecer beneficios significativos para el equipo aéreo.
Mejore la calidad del aire en CAB: introduzca tecnologías que filtren efectivamente los contaminantes y reduzcan la exposición química.
Programas de salud: incluya controles regulares, evaluaciones psicológicas y apoyo para el manejo del estrés.
Promoción de estudios de cohortes: es crucial desarrollar grupos específicos de equipos aéreos, abiertos para toda la comunidad científica, lo que permite tales datos longitudinales (con el tiempo) para su salud. Esto ayudaría a identificar patrones de riesgo y desarrollar estrategias preventivas.
En resumen, los cielos no son solo un trabajo; También son un laboratorio natural que revela los efectos de la exposición a la radiación, el cambio de ritmos biológicos y otros peligros en el trabajo. Comprender y mitigar estos riesgos es esencial para la salud de la salud de quienes hacen posible nuestra relación.
Artículo escrito con el consejo de la Sociedad Española de Epidemiología.
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