Imagine a una persona que vive sola y sufre una enfermedad mental grave. Esto puede sentirse atrapado en ansiedad, depresión o aislamiento, y el acceso a la ayuda profesional no siempre es fácil. En este escenario, el gato puede tener importancia. No es necesario hablar: es suficiente para acercarse, se atenúa o que su porta interrumpe el silencio. La ciencia nos muestra que un gesto simple puede calmarnos, consolar y ofrecer alivio emocional a las personas en contextos terapéuticos y la vida cotidiana.
Las terapias animales -Sist están sujetas a numerosas investigaciones, pero los gatos se destacan. No solo por su carácter misterioso y su magnificencia, sino por su capacidad real para mejorar las personas que se abarman buenas.
¿Qué hace que los gatos sean tan especiales?
La vida con un gato puede reducir el estrés, la ansiedad y el dolor. En personas con trastornos mentales graves, su empresa promueve solo rutinas de la escuela y mejora el estado de ánimo. Calmarlos o jugar con ellos activa las áreas del cerebro asociadas con el placer y la calma: mientras que la oxitocina aumenta, el cortisol, asociado con el estrés, disminuye.
Sus ventajas también afectan otras funciones fisiológicas: puede reducir la presión arterial, favorecer el sueño e incluso reducir el riesgo de alergias y asma en los niños que crecen con ellos. A nivel social, fortalecen los vínculos, desplazan la empatía y demostraron a grandes aliados en las terapias con niños, adultos mayores y personas privadas de su libertad.
Serenidad con mezquitos
A diferencia de otros animales terapéuticos, los gatos no necesitan entrenamiento formal para ser terapéutico. Muchos de ellos son naturalmente, tranquilos, tranquilos y sensibles a las emociones humanas. Se accede a ellos si notan la tristeza, se les sigue sin intrusión y dan presencia sin demasiados requisitos también. Esta mezcla de independencia y afecto los convierte en seguidores ideales para aquellos que buscan interacciones suaves y menos exigentes.
Mirarlos durmiendo, jugar o simplemente existir puede tener un efecto casi hipnótico. Específicamente, su porción fue estudiada por sus efectos calmantes. Este sonido bajo y colorido reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y presión arterial. La interacción física con los gatos aumenta el aumento en la activación de la corteza y el cruce prefrontal más bajo, favoreciendo la comunicación no verbal, el procesamiento facial y la empatía.
Las características del comportamiento del gato y su capacidad para formar vínculos con las características de las personas son características que los hacen muy favorables para interacciones útiles.
En resumen, su capacidad para causar interacción, sus características físicas, como rebanadas y piel cálida, su capacidad para responder positivamente al contacto humano, y su pacífica y amabilidad es un lugar garantizado en nuestros hogares, pero también como apoyo terapéutico.
¿Qué pasa si somos más perros?
Aunque están tan conectados "amantes de los gatos" más difíciles e introvertidos y abiertos a nuevas experiencias, los beneficios de la vida con un gato no se limitan al perfil de personalidad. Muchas personas con depresión, ansiedad o estrés crónico encontraron consuelo y alivio emocional gracias a su área.
También se observaron efectos positivos en niños con autismo, que generalmente prefieren interacciones predecibles y menos intensas. Y en general, pueden ser una opción más asequible para aquellos que temen a los perros o prefieren animales menos exigentes.
Por lo tanto, su presencia fue útil en contextos tan variados como los hospitales, las residencias, las escuelas y las cárceles, donde promueven el bien emocional, la responsabilidad y la socialización.
Relación que es saludable
Las terapias de CAT -Ssist se consolidan como una poderosa alternativa en el campo del bien emocional. Pero incluso fuera del entorno clínico, vivir con uno de estos animales puede traer enormes beneficios si aprendemos a comprender su idioma, sus emociones y sus formas de conexión.
Al final del día, la relación del gato no es solo una empresa: es una forma de cuidado mutuo, silencio y sereno que nos recuerda que a veces lo que más necesitamos es algo simple, y profundamente, como el borde.
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