Es difícil definir el consentimiento sexual y también mide en el campo científico. Su ambigüedad ocurre cuando se les da sus tres dimensiones: lo que se dice, lo que se hace y finalmente, lo que otra persona interpreta.
Desde la perspectiva académica, se consideraron diferentes enfoques para estudiar este concepto. Por ejemplo, algunos autores definieron el consentimiento en 1999. Años como "comunicación verbal o no verbal, dada libremente, el sentimiento de voluntad".
Después de eso, las definiciones se ampliaron para considerar el consentimiento sexual no como un fenómeno estático, sino como un proceso dinámico y continuo. Después de este último enfoque, el consentimiento sexual se considera un proceso que incluye consideraciones como: "Si mi pareja parece un poco emocionada durante el sexo, dejaré de detenerlo y preguntarle si quiere continuar manteniendo una relación sexual".
Este aspecto de pares de parejas y el deseo durante la actividad sexual es crucial, porque muchos ataques sexuales se cometen con la pretensión de que el consentimiento se da al principio, aunque la víctima expresó desacuerdo o se siente incómodo con la situación.
Además, dentro de esta definición de consentimiento sexual, aspectos como la coerción, que se refieren a la pareja de sexo ("estaría teniendo sexo conmigo, que estará en marcha para ser una comunicación explícita (" le digo verbalmente a mi pareja ("le digo verbalmente a mi pareja.
Coerción y chantaje en vapor marital
En nuestro estudio, realizado en Colombia sobre el concepto de que los hombres y las mujeres tienen consensidad sexual, identificamos que en muchas ocasiones, las coeriones sexuales o chantaje de las mujeres aparecerán como un elemento común en un par de contextos. También vimos este aspecto en los datos que analizamos en España y eso pronto se publicará.
El hecho es que muchos comportamientos de violencia sexual se revelan en un par de contextos en los que la presión para el mantenimiento de las relaciones sexuales lleva a muchas niñas a mantener las relaciones sin querer hacerlo. Es un tipo de violencia sexual que apenas habla.
Otros autores creen que el consentimiento sexual forma dos aspectos: internos (sentimientos de seguridad, comodidad, emoción que se siente en el contexto de consentimiento ...) y externo (comuníquese con una pareja, muestre interés, comienza con contacto o acaricia ...).
Esto es consentimiento
Utilizando este enfoque, nuestro último estudio muestra que existen diferencias claras en las relaciones sexuales que se miman y aquellos que no lo son. Por ejemplo, en las relaciones corruptas, las mujeres muestran más comportamientos que son compatibles con el deseo de la actividad sexual: apoyar el contacto físico, acariciar o comunicar interés en la actividad. Además, las sensaciones informadas tienen de acuerdo con los contextos de la convención, la seguridad manifiesta, un sentido de protección y mayor emoción.
Lo anterior contrasta con los sentimientos en el contexto del no compuesto, que son inseguridad, ausencia de deseo y emoción. El segundo hecho de nuestra investigación es extraordinario, y es que las mujeres que han experimentado relaciones sexuales sin envolver para no resistir y no decir que no, o incluso hacer algo.
Este es un aspecto clave para las acciones legales, porque la violencia sexual no debe definirse por el comportamiento de la violencia y la cultura violadora en la que la víctima podría ser responsable y culpable por el hecho de que no se aplica al comportamiento de los agresores.
Nuestra investigación también muestra que el consentimiento sexual está relacionado con la agresión. Según nuestros resultados, el 70.2% de las mujeres encuestadas eran víctimas sexuales (considerando cierta actividad sexual sin su consentimiento), en comparación con el 20.8% de los hombres que dijeron que cometieron violencia sexual.
En este estudio, realizado en una muestra de 1.681 españoles, las mujeres que tienen víctimas sexuales son esenciales para las negociaciones sobre el consentimiento en las relaciones, aunque se consideran una pequeña capacidad o afirmación para negociar. Además, aquellos que son víctimas creen que el consentimiento debe obtenerse para cualquier relación o actividad sexual, poco clara del contexto, es decir, en relaciones esporádicas u ocasionales y en una relación estable.
Finalmente, es necesario poner el valor de la importancia de los movimientos feministas como # Vetoo, que hacen que los abusos visibles se comprometan con las mujeres. Su existencia nos hace más conscientes de que el consentimiento juega un papel fundamental en las relaciones y abusos sexuales, porque la evidencia científica muestra que la falta de consentimiento sexual está directamente relacionada con el riesgo de violencia sexual.
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