Cuando tomamos la tableta para aliviar el dolor de cabeza o actuar con infección, creemos que lo único importante es una sustancia activa, una sustancia que realiza el efecto deseado. Sin embargo, esa píldora contiene algo más: ingredientes auxiliares. Durante años, los simples compañeros fueron considerados sin acción farmacológica. Hoy sabemos que puede haber actores básicos en la eficiencia de los medicamentos.
No sane pero ayude a tratar
Los ingredientes auxiliares están monitoreando la sustancia activa en la formulación farmacéutica. Su función no es tratadas directamente o no enfermedades tratadas, sino para facilitar la producción, la preservación y la aplicación de medicamentos. Por ejemplo, el excipiente puede ayudar a una tableta a disolver, tener un mejor sabor o más fácil de tragar.
Hasta ahora, todo suena técnico, pero inofensivo. El problema ocurre cuando estos ingredientes "inofensivos" se modifican, sin saber cómo se absorbe la sustancia activa en nuestro cuerpo.
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¿Por qué son tan importantes?
La absorción oral del fármaco, así es como está el intestino en la sangre, depende de muchas variables: estómagos de pH, presencia de enzimas, la capacidad del fármaco y su ligereza en el agua y su simplicidad que cruzan las paredes intestinales. Y en todo este viaje, los aliados auxiliares pueden actuar como aliados ... o como obstáculos.
Un estudio reciente mostró que algunos pueden cambiar la solubilidad o el ancho de banda, afectar directamente cómo la sustancia activa realmente llega a nuestro cuerpo. En algunos casos, este impacto puede ser positivo (eficiencia del tratamiento, pero en otros puede causar una absorción irregular o incluso insuficiente.
Cuando "actor invisible" deja la etiqueta
¿Ejemplo? Polietilenglicol 400 (PEG 400), excipiente común en jarabes y cápsulas blandas. En dosis bajas, puede mejorar la absorción de ciertos medicamentos, pero en grandes cantidades puede acelerar y el tránsito intestinal que la cura no tiene suficiente tiempo para absorber. Algo similar ocurre con el sorbitol, presente en los neumáticos de azúcar, jarabes y otros productos farmacéuticos.
Otro caso interesante es la crotskarmelosis de sodio, lo que ayuda a que las píldoras no se rompan más rápido. En los experimentos con animales, este excipiente puede aumentar el ancho de banda intestinal cambiando los sindicatos entre las células, facilitando el fármaco en el torrente sanguíneo.
Implicaciones clínicas y regulatorias
¿Y por qué nos preocuparíamos por esto? Porque incluso si dos fármacos contienen la misma sustancia activa y en la misma cantidad, nuestro cuerpo podría comportarse de manera diferente si usan diferentes auxiliares. Como hemos visto, esta diferencia puede afectar la cantidad y la velocidad con la que la sustancia activa alcanza la sangre, lo que afecta la eficiencia del tratamiento.
Este fenómeno se conoce como bioequivalencia y es uno de los requisitos clave para la aprobación de medicamentos genéricos. Para ser aprobado de este tipo, debe demostrar que tiene el mismo efecto terapéutico, como la referencia, lo que implica que la absorción de la sustancia activa debe ser prácticamente la misma. Por lo tanto, las agencias reguladoras, como la Agencia Española de Drogas y Salud (AEMP) o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), también siguen la composición de los excipientes, especialmente en los casos en que pueden afectar la absorción.
Sin embargo, es importante enfatizar que estos casos se descubren precisamente porque hay controles rigurosos antes de que los genéricos lleguen a las farmacias. Cuando se determina que el excipiente puede afectar significativamente, las autoridades de salud pueden requerir estudios adicionales o limitar su uso.
En resumen, aunque los ingredientes auxiliares pueden ser actores relevantes en la absorción de medicamentos, el monitoreo regulatorio garantiza que, en los productos disponibles para el paciente, los requisitos necesarios, la seguridad y la eficiencia.
¿Qué podemos aprender de esto?
La próxima vez que miro la etiqueta de medicina y veo la lista interminable de nombres extraños, recuerde: no solo están llenando allí. Las experimentos son una parte integral del tratamiento. Ignorarlos puede llevarnos a resultados inesperados, incluso con las drogas que conocemos bien.
Además, el futuro de la formulación farmacéutica pasa por los excipientes de manera inteligente: como refuerzos de eficiencia, como moduladores del perfil de liberación o incluso como una herramienta para reducir los efectos secundarios.
En resumen, los ingredientes auxiliares también pueden ser héroes silenciosos y villanos invisibles de la medicina moderna. Es posible que haya habido tiempo para dejar de verlos como simples camaradas y comenzar a reconocer su verdadero papel en el éxito (o fracaso) del tratamiento que solicitan todos los días.
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