Es cada vez más a menudo que los estudiantes y los estudiantes de secundaria y los estudiantes deciden participar en su capacitación en el extranjero. La subida de programas como Erasmus, creado en 1987. Por la Unión Europea con el objetivo de fortalecer los lazos entre los jóvenes de diferentes países, experimentaron experiencias que, durante muchas, cambian vidas. La popularidad del programa es tal que se puede dar por sentado que el consumo del año "Erasmus" es normal, sin dejar de pensar por qué y por lo que hacemos.
¿Es esa una oportunidad real para el crecimiento personal y académico o se convirtió en videos de exhibición de Instagram o del virus Tiktok? ¿Los destinos exigentes son elegidos académicamente o, por el contrario, dependen de otras consideraciones no académicas?
Si queremos ser un concepto fiel de "viaje de estudio", hay varias cosas que debemos considerar no pensar en Erasmus como unas vacaciones disfrazadas de crédito académico.
Salir
Estudiar en el extranjero ofrece una experiencia transformadora. Conozca otras culturas, vive con personas de diferentes orígenes, enfrentan otro idioma o aprende a elevarse sin fuerzas familiares para crecer diariamente. Lo que parecía ser una simple movilidad académica se convierte en una prueba de madurez. En esta distancia física con el país de origen, muchos encuentran una forma inesperada de acercarse a sí mismos.
Los estudiantes que regresan generalmente son más autónomos, más resistentes y la visión mundial está menos centrada en su propio país. Expandieron su red de contactos, enfrentaron desafíos imprevistos y, en muchos casos, han descubierto sus títulos o preocupaciones que no aparecerían sin esa experiencia.
Entonces, ¿en qué medida ese crecimiento es realmente académico y no solo experiencia?
Riesgo de superficialidad
Numerosas publicaciones en las redes sociales devuelven la imagen de Erasmus endulzada: viajes de fin de semana, fiestas interminables, romance rápido y varias referencias al estudio. No hay falta de aquellos que ven la oportunidad de mostrar más que aprender. El mensaje no es "mira lo que aprendo", pero "parece que es bueno que me pasó".
¿No seremos, sin comprender, convertir una educación en un producto más duro, medir en me gusta e historias?
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No debemos olvidar que el programa de Erasmus nació con una visión política profunda: crear una generación de europeos que se conocen, comparten aulas, valores y proyectos. En el momento de las tensiones nacionalistas, Erasmus sigue siendo una herramienta poderosa para la integración y la cohesión.
Cómo elegir el destino y obtener un verdadero juego
Aunque no hay datos que midan el "compromiso ético" de los estudiantes con el espíritu de Erasmus, es posible ayudarlos a traer decisiones más conscientes y útiles. Esta sería algunas de las pautas a considerar para la experiencia completa de la movilidad internacional:
No solo elija el clima o la diversión. Un destino cálido o moderno no garantiza una buena experiencia académica o personal. ¿Qué quiero aprender? ¿Qué quiero mejorar? ¿Qué ciudad o universidad me hace más fácil?
Investigar la calidad de las clases. Deberíamos revisar el rango universitario y su posición en nuestro campo de estudio (ya sea bueno o no). Algunas clasificaciones que son la conducta más alta de la Universidad del Mundo (el rango de la Universidad Mundial, la Universidad Mundial (ARVU) -multirank o el centro de la corte para el idioma, las metodologías de enseñanza, o si hay un apoyo de estudiantes internacionales. Es muy útil solicitar a las personas que estaban allí antes.
Tener en cuenta el contexto cultural. Ir a la ciudad en la que estamos hablando en un idioma que no estamos dominados por hablar o donde la cultura es muy diferente, pero es una oportunidad única para dejar nuestra zona de comodidad y cultivo.
Sea honesto consigo mismo. ¿Encuentra a Erasmus descansar de la presión académica o para ser inventado? Los dos objetivos son válidos, pero es importante dejarlos en claro para que no frustren ni idealicen la experiencia.
Prepárese antes de llegar. Aprender la base del idioma local, la información sobre los costos de la vida, el transporte, el alojamiento y las costumbres son problemas vitales. Cuanto más prepare, más autonomía ganaremos.
Tome periódicos personales, blog o proyecto. Muchos estudiantes documentan su aprendizaje, sus cambios o sus decisiones durante su estadía. Puede estar en video, luz diurna, blog o cartera.
Subirse. La participación en los programas culturales, deportivos, de guías, voluntarios o asociaciones de estudiantes puede ayudarnos a aprovechar al máximo. Cuanto más damos, más obtendremos.
También es importante tener en cuenta que el período de aplicación generalmente es de noviembre a enero en comparación con el año anterior. Se tienen en cuenta las notas del candidato y su nivel de lenguaje de destino (certificados oficiales solicitados). Lo normal es determinar la elección de los pedidos de destino el mejor establecido en lo peor.
Más que experiencia
Salir a estudiar puede ser una oportunidad de oro para mejorar, expandir los horizontes y crecer como persona. Pero no garantiza nada si no vives con la intención. Depende de todos aprovechar la experiencia más que las fotos acumuladas.
El programa Erasmus no es, nadie puede ser, solo aventura juvenil. Es mucho más que la experiencia de la vida. Es una inversión en ciudadanía, madurez y en la construcción del puente. Aquellos que lo viven con autenticidad, difícil de devolver lo mismo.
Elegir bien el destino, pensar en el propósito real de la estadía y no escapa en la demanda académica puede distinguir entre una experiencia significativa y un escape simple.
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