¿Sabía que durante dos meses y medio de vacaciones escolares, el estudiante podría olvidarse del 30% de lo que se aprendió en el curso? Este fenómeno, conocido como la "pérdida de verano", afecta especialmente el contenido que no se revisa o aplica en la vida cotidiana. Y, aunque son vacaciones el período necesario de descanso y exclusión, ¿qué sucede con lo que se aprende si se ha ido por completo en el descanso?
Desde que el término "pérdida de verano" (pérdida de verano) coincidió con el experto estadounidense James M. Pedersen en su libro Summer Against School, varias investigaciones revelaron que algunas habilidades académicas y la reducción del conocimiento o incluso se perdieron durante las vacaciones de verano si no se practican.
Sugerencias alternativas para el calendario agrícola
Por lo tanto, algunos expertos como PedRosen son propuestos por un modelo escolar continuo que lucha en la pérdida de verano, para convertir el sistema educativo destinado a la sociedad agrícola con grandes descansos en el verano.
Una de las propuestas más extendidas es un calendario académico conocido como un "calendario equilibrado" o un calendario continuo, que sugiere 45 días escolares, y luego 15 días de descanso. Aunque no se solidifica en ningún país a nivel nacional, se usa en algunas áreas académicas de Francia, Alemania y los Países Bajos.
Redes neuronales y uso
Aunque un breve descanso de dos o tres semanas generalmente no tiene efectos significativos, períodos más largos, como el verano, pueden causar pérdida de conocimiento si no hay estimulación mínima.
Desde un punto de vista neurobiológico, el aprendizaje es construir redes neuronales que se refuerzan tanto como sea posible. Si dejamos de activarlos, estas conexiones se debilitan. Es como un sendero en el bosque: es más viajar, está más impulsado a mantenerse; Si nadie va por semanas, cubierto de vegetación y rastro de deleciones
Para comprender cómo y por qué se trata de la conversación, es importante conocer el papel de la memoria en el proceso de aprendizaje. Aprender es la posibilidad de que adquiramos nuevos conocimientos o habilidades; Y la memoria es la posibilidad de almacenar, retener y recuperar información.
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Aprendizaje implícito y explícito
No todo lo que aprendemos se mantiene de la misma manera. El aprendizaje implícito se obtiene mediante la práctica y generalmente se mantiene a largo plazo sin demasiado esfuerzo. Los ejemplos claros se regaron con bicicleta o conducción. Este tipo de aprendizaje no depende directamente de la memoria estacional o semántica, sino de múltiples sistemas de cerebros automáticos, como el sistema de procedimiento.
En cambio, el aprendizaje explícito requiere atención y esfuerzo conscientes. Se mantiene en la memoria semántica, lo que guarda conocimiento como tablas de multiplicación, ríos de España o reglas gramaticales. Por ejemplo, aprender a multiplicar con la multiplicación es el aprendizaje explícito y eso: puede olvidar si no se practica.
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Memoria y recuerdos
Pero, ¿cómo se creó la memoria? Necesitamos tres procesos que se darán: codificación, almacenamiento y recuperación. Para codificar información, la participación de la atención es necesaria, porque no prestamos atención no se experimenta en el sistema. La codificación de la información es producida por la mejora de la red cerebral. Estas conexiones se fundaron en las regiones del lóbulo temporal, principalmente en el hipocampo.
Cuando revisamos o ejercemos algo que aprendimos, las conexiones de red se fortalecen y se establecen nuevas conexiones con regiones de regilios preicrontales, lo que hace estos recuerdos más inquietudes. La ausencia de práctica o examen a lo largo del tiempo implica el olvido de ese aprendizaje. En general, lo que olvidamos no se elimina de la red cerebral, sino que está en un estado de latencia, lo que puede devolverse.
Revisión de verano, sin drama
De la misma manera que existen métodos para almacenar un nombre o datos particulares y restaurar fácilmente fácilmente (técnicas mnemónicas), existen estrategias que pueden ayudarnos a lograr tiempo en la falta de práctica académica. En el caso de las vacaciones de verano, incluso si no es un período escolar, podemos encontrar técnicas de auditoría.
Dependiendo del nivel de educación, actividades como calcular la compra o la participación de la distribución de piezas, leer novelas, analizar la película, jugar los juegos o analizar fenómenos naturales en el destino de vacaciones en el destino de vacaciones. De esta manera, podemos pasar las vacaciones en un período de descanso en el que continuamos aprendiendo y fomentando la curiosidad.
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