"No hay niños en los parques, Internet los atrapó en sus redes".
Con este versículo canciones problemáticas, el español Reper Nach demuestra 2003. Reducción de juegos e interacciones sociales entre menores debido al abuso de nuevas tecnologías. Durante más de 20 años después, la cantidad de horas que los niños y la población adolescente dedica el juego libre continúan disminuyendo, crea una preocupación significativa en las familias de muchos países.
Según los datos obtenidos en 2024. La Oficina Nacional de Estadística, el uso de niños menores de 10 a 15 años aumentó en comparación con el año anterior y más del 75% de la araza de 12 años-UD-A-A tiene su teléfono móvil, un porcentaje que aumenta significativamente en la edad más avanzada.
Los niños y adolescentes (en contextos globalizados) pertenecen a una generación "digital" tan colisiva, primero en la historia de la humanidad nacida en productos inteligentes: televisores, teléfonos celulares, tabletas, computadoras ... incluso relojes.
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Por lo tanto, existe una brecha significativa entre su experiencia y esos padres, madres e incluso profesionales de la educación. Es decir, aquellos que cuidan su atención y educación no tienen modelos de crianza previos adaptados a la era digital, lo que dificulta establecer límites adecuados.
La buena educación digital no solo se centra en las clases de menores para buscar videos en los juegos de descarga de YouTube OA, sino también en el desarrollo del uso crítico, equilibrado y saludable de productos inteligentes. El uso equilibrado supone que estos no reemplazan otras experiencias básicas para el desarrollo del cerebro. La tecnología ofrece una multitud de ventajas (incluso útiles para mejorar las habilidades cognitivas después del daño cerebral), pero el uso excesivo de menores tiene consecuencias en la velocidad de neuroda, especialmente cuando se reemplazan actividades básicas como igual al juego.
Por lo tanto, este artículo explicará la importancia del juego (en muchas variedades) en el desarrollo neuropsicológico y por qué el reemplazo de las interacciones sociales e interpersonales con los dispositivos tecnológicos de mal uso (o incluso uso simple) puede afectar negativamente la cognición social, las funciones ejecutivas, la memoria y la atención.
Pantallas como ráfaga
Actualmente es muy común no respetar a los bebés con apariencia fija en la pantalla en restaurantes, transporte y otras áreas públicas. Muchos padres y madres recurren a dispositivos electrónicos como teléfonos móviles o píldoras tranquilas llorando y evitando "molestias" en situaciones sociales. Estas prácticas cada vez más extendidas se perciben como una solución rápida y eficiente en momentos de incomodidad. Sin embargo, aunque puede parecer inofensivo, plantea una seria preocupación, como Maria Cearo descubrió en su libro cerebros y pantallas:
"Dar un teléfono móvil para la anestesia de su hijo o hija no aprende a regular o tolerar la frustración, solo crea analfabetismo emocional".
Antes de la proliferación de dispositivos electrónicos, los padres y las madres (especialmente las madres) usaban diferentes estrategias muy positivas para calmar y entretener a sus bebés. Incluyeron actividades como cantar inflamación, balancearlos, ofrecer juguetes adecuados para sus años y, básicamente, interactuar directamente con un bebé a través del habla, las sonrisas, el contacto visual y el contacto físico. Estas prácticas fomentan la serenidad y el desarrollo emocional y fortalecen la relación afectiva.
La exposición a pantallas electrónicas en niños menores de dos años está conectada a un menor desarrollo en fases de crecimiento posteriores. Una de las hipótesis propuestas para explicar estos efectos es una reducción en la interacción entre niños o niñas y personas responsables de su cuidado.
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Dada la atención de teléfonos, tabletas o televisión, las oportunidades de aprendizaje están limitadas por el lenguaje y la interacción social. Por esta razón, se advierte a la Asociación Pediátrica española que es necesario evitar exponer a cualquier pantalla hace dos años para facilitar el desarrollo neuropsicológico adecuado.
También se destaca que los efectos negativos se pueden expresar en hogares con un nivel socioeconómico más bajo. En estos casos, el uso de la pantalla puede asociarse con una falta de acceso a otros recursos educativos y mayores cargadores de mano de obra, lo que reduce el tiempo de la interacción cara a quiebre.
Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo del cerebro y la adquisición de habilidades cognitivas, sociales y emocionales. Durante esta fase, el cerebro crece rápidamente y se forman muchas conexiones neuronales, lo que facilita el aprendizaje y el ajuste del medio ambiente. Durante este período, se estableció una alta plasticidad cerebral la base del desarrollo futuro.
La importancia del juego de edad preescolar
El juego igual juega un papel esencial en este proceso. Para Piaget, uno de los psicólogos más influyentes sobre el desarrollo cognitivo de los niños, el juego era una forma de asimilación, o en la forma en que las niñas y los niños han incorporado la realidad en su esquema de conocimiento. A diferencia de Piaget, Leva Vigoty, los psicólogos de la teoría autorobultural creen que el juego no solo refleja el desarrollo, sino que lo lanza activamente.
Según él, el juego permite que los roles jueguen e implementen acciones más avanzadas de las que podrían hacer en su vida diaria, lo que favorece su crecimiento cognitivo y social. Vigoty introdujo el concepto de "zona de desarrollo cercano" para describir la diferencia entre lo que un niño puede aprender de forma independiente y lo que puede lograr con otros niños con más experiencias.
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A través del juego, aprenden a comunicarse socialmente, desarrollar empatía y comprender las normas sociales. Además, el partido promueve el desarrollo de funciones ejecutivas, como la planificación, la inhibición y la memoria de trabajo, las habilidades básicas para el éxito académico y social.
La interacción social durante el juego también contribuye al desarrollo emocional: les permite expresar y regular sus emociones, aprender a resolver conflictos y desarrollar habilidades de cooperación. Estas experiencias son cruciales para la construcción de relaciones saludables y la adaptación a diferentes contextos sociales.
Por ejemplo, un juego simbólico (donde aquellos que participan en roles invertidos y crean narrativas) les permite experimentar con el lenguaje en varios contextos, facilitar nuevas palabras y estructuras gramaticales y enriquecer sus competencias lingüísticas. Actividades como canciones de canto, recitación de rima y reproducción de sonido ayudan a identificar formas fonológicas, habilidad de lectura esencial.
Del mismo modo, los juegos que incluyen la manipulación de letras o palabras, como palabras o palabras de rima, fomentan la introducción a la estructura del lenguaje escrito. Reemplazar estos juegos utilizando dispositivos móviles en preescolar puede tener consecuencias significativas para su cerebro, ya que podría afectar las estructuras que respaldan el lenguaje y la alfabetización de habilidades.
Edad escolar: pantallas sí pero limitadas
En relación con la población escolar, la última investigación sugiere que el uso de dispositivos móviles en niños menores de 6 a 12 años de edad puede tener efectos positivos en el aprendizaje cuando se usa con fines educativos. Sin embargo, el uso excesivo, especialmente desatendido o con fines negligentes, puede poner en peligro su salud física, emocional y social. Por lo tanto, es crucial encontrar un equilibrio entre el momento de la pantalla y otras actividades de desarrollo importantes, como juegos, lectura e interacción social.
En esta etapa de crecimiento, las actividades recreativas se han extendido y diversos: los tableros y deportes organizados comienzan a involucrarse para requerir estándares establecidos.
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Los juegos avanzados de mesa (como el ajedrez) y los deportes de equipo (como el fútbol y el baloncesto) fomentan la planificación estratégica, el pensamiento lógico, la toma de decisiones y el cumplimiento de las normas identificadas, habilidades cruciales para el desarrollo de funciones ejecutivas.
También mejoran la capacidad de atención, la memoria de trabajo y las habilidades sociales al enseñarles a hacerse cargo, cooperar y gestionar la competitividad. Incluso la participación en las actuaciones escolares les permite explorar diferentes perspectivas y mejorar sus habilidades comunicativas.
El juego físico también es crucial para el desarrollo y la salud del motor en general. La exposición excesiva a las pantallas puede conducir a comportamientos sedénticos, aumentando el riesgo de peso excesivo y obesidad desde la infancia. Además, la falta de actividad física no puede afectar negativamente el desarrollo de habilidades motoras y salud cardiovascular.
Cerebro adolescente
El juego no es la actividad exclusiva de la infancia, pero también juega un papel fundamental en la adolescencia. Durante esta fase, también existe una remodelación cerebral significativa, especialmente caracterizada por la eliminación de cerebros inutilizables (un proceso llamado "cultivo sináptico") y una corteza prefrontal madurante, responsable de las funciones ejecutivas (toma de decisiones, autodeselflego ...) y razonamiento.
En este período vital, el juego puede adoptar una nueva forma: los videojuegos. Pero es necesario continuar con los deportes de equipo y los juegos de mesa. Además, la igualdad igual en esta etapa tiene un impacto significativo en la salud emocional, ya que ayuda a reducir el estrés, fortalecer la confianza en sí mismo y mejorar la capacidad de adaptación a situaciones nuevas o desafiantes.
El aspecto social también es crucial. Juegos que involucran la interacción con igual promoción del desarrollo de empatía, vínculo, cooperación y comprensión de las normas sociales. Estas habilidades son fundamentales para construir relaciones saludables y avanzar hacia la edad adulta.
Estas habilidades son precisamente (y aquellas que consolidamos en etapas anteriores de crecimiento a través de interacciones sociales y juego) que protegen contra el uso problemático de dispositivos móviles y redes sociales.
Los estudios muestran que tienen el apoyo de los grupos familiares y de pares (o actitud de la familia y la amistad saludables) y están relacionados con los bajos resultados en varias dimensiones de inteligencia emocional, así como altos niveles de estrés, ansiedad y depresión.
Mencionamos los videojuegos como actividades positivas, pero es importante, cuando alcanzan esta edad, no todos son videojuegos: esas recompensas inmediatas y sin componentes sociales, por ejemplo, la puerta de contagiosa y pueden afectar la capacidad de prestar atención y habilidades sociales.
Resumen de cerebros para adultos
Es esencial tomar medidas para equilibrar el uso de la tecnología con actividades que promueven el desarrollo integrado de nuevas generaciones. Establecer límites claros, fomentar los juegos físicos, la interacción social y la educación sobre el uso responsable de la tecnología son pasos básicos para garantizar el bien saludable y el desarrollo de niños y adolescentes en la era digital.
Que los dispositivos son parte de su entretenimiento, pero nunca reemplazan por completo su tiempo libre en la vida real y cara a cara. Es el cerebro el que está en cuestión.
Este artículo fue publicado originalmente en la revista Tpos de la Fundación Foundation, y es parte de un número monográfico dedicado a la generación del alfabeto.
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