Si tienes la impresión de que ahora hay más alergias que nunca, es correcto. Durante el siglo XXI, la prevalencia de enfermedades alérgicas aumentó en el lado mundial, especialmente en los países industrializados y, sobre todo, entre niños y niñas menores de 18 años.
Estudio en España 2023. Grupo de investigación transversal en atención primaria (IDIBAPS), en el que los expertos de la escuela UPF revelan que alrededor de 795,000 niños tienen alergias.
Ahora, el problema de las alergias no es, desde distante, exclusivamente hasta poblaciones de niños españoles. Por lo tanto, el informe del comité científico de las agencias de seguridad y nutrición alimentaria española (AESAN) señala que uno de cada cuatro escolares en Europa vive con cierta alergia alimentaria.
La prueba de la materia grave es que, según la Fundación de Seguridad y Prevención de Alimentos, las alergias alimentarias es la principal causa de la anafilaxia en niños de 0 a 14 años. Además, los ingresos en el hospital de reacciones alérgicas graves en niños multiplicados por siete en los últimos 10 años.
El tamaño del problema es tal que no solo para obtener atención alérgica, ya que tiene un impacto significativo en la sociedad, entre otras razones de los altos costos creados en los sistemas de salud.
Pero todavía tiene: que las alergias eliminan a los niños de su calidad de vida, aumentando el riesgo de desarrollar problemas psicológicos.
Para enfatizar, los afectados generalmente representan mayores comórbidos médicos y no médicos (aislamiento, evitación de entornos, elementos y actividades en el poder son alérgenos) que deterioran aún más su bien físico y emocional.
Las alergias de los niños aumentan la irritabilidad y el comportamiento inquietante
La observación clínica de los menores que sufren de alergias es con dificultad en la regulación emocional, el exceso de sensibilidad, mayor irritabilidad, menos tolerancia a la frustración y los problemas con los hábitos de sueño. En muchos casos, pueden conducir a trastornos conductuales.
En particular en España, un estudio reciente que publicamos en alergología e inmunopatología revela que las niñas y niños españoles de 6 a 11 años diagnostican alergias para tener influencia emocional y conductual.
Específicamente, a través de una muestra que consta de 366 familias de que los niños alérgicos tienen resultados significativamente más altos en la exposición y externalidad de la lista de control del niño (CBCL), lo que indica una mayor prevalencia de la emoción y el comportamiento.
Además, propone que los niños con alergias casi triple riesgo triple de desarrollar dificultades psicológicas en comparación con los niños sin alergias.
Incomodidad física y preocupación permanente
El aumento de los problemas psicoemocionales puede relacionarse con la incomodidad física, las restricciones en las actividades diarias y las preocupaciones permanentes por el riesgo de contacto con elementos alérgicos.
Recuerde que, en muchos casos, las alergias no se limitan a menos reacciones (rinitis, picazón o molestia generalizada). En contacto con alérgeno, puede significar complicaciones graves en el nivel fisiológico y conducir a la muerte accidental en minutos.
Estos resultados están de acuerdo con los que se encuentran en otros estudios internacionales y tienen el interés y la aprobación de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma pediátrica (SEICAP).
Enfréntalo, es esencial que en su enfoque terapéutico en su enfoque de terapia, integrando aspectos psicológicos y sociales en el plan de tratamiento.
Expresar más
Para empezar, es importante ayudar a los niños a identificar y expresar sus sentimientos sobre las alergias, promover la comunicación abierta y empática, así como el pensamiento de gestión, lo que afecta directamente disminuye a Rumiar (comportamiento de internalización).
Cuando una persona sigue moviendo todo el pensamiento, puede aumentar los síntomas somáticos sin expresar lo que siente o modificar su comportamiento, algo que ayudaría a mejorar la calidad del comportamiento cuando el niño se siente abrumado. Recolectamos esto en las alergias de la Guía Juvenil, Free Access, que recientemente preparamos.
También menciona que las familias deben promover hábitos saludables, como involucrar pautas para nutrición equilibrada, actividad física adecuada y rutinas cotidianas que favorecen generalmente bien. Por supuesto, es esencial que se determinen límites claros, porque la intervención psicológica no necesariamente interviene con el niño con alergias, con permiso en sus normas que las sufren en sus normas.
La evidencia concluye que las normas consistentes que proporcionan seguridad y estructura en la casa deben definirse. La implementación de estas estrategias no solo ayuda a los niños a administrar mejor sus alergias, sino que también fortalece el entorno familiar, reduciendo el estrés y mejorando la cohesión familiar.
Al mismo tiempo, es importante promover la autonomía de los niños, enseñarles a ser más conscientes de sus síntomas físicos y psicológicos y sus posibles estrategias para solo administrar.
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