Después del final de la Guerra Mundial, donde el gas Senff (Iperita) se usó por primera vez, hubo múltiples conflictos de guerra en los que se usaron productos químicos como las armas. Las preocupaciones sobre el uso de armas químicas aumentaron significativamente en todo el mundo a un bajo costo de producción y una muerte no selectiva, que se agrega a la falta de tratamientos y antídotos efectivos.
El uso de este tipo de arma viola la ley internacional humanitaria, pero sobre todo, enfatiza la falta de sistemas de salud para manejar tales emergencias. La Convención de Armas Químicas (incluso) es un acuerdo internacional que prohíbe el desarrollo, la producción, el almacenamiento, la transmisión y el uso de armas químicas y la mayoría de los países. Sin embargo, la implementación y el cumplimiento eficiente de sus obligaciones aún establecen un desafío de que la falta de antídoto adecuado complica aún más.
Efectos tóxicos de los medios químicos del tipo de tipo
Exposición a la exposición de iperita, después del período de retraso inicial, la aparición de lesiones dolorosas y potencialmente fatales en las áreas más sensibles del cuerpo, como el tracto respiratorio, los ojos y ciertas superficies de la piel. Debido a su naturaleza lipofílica (grasas tentiladas), los agentes se absorben fácilmente y, por lo tanto, producen efectos del sistema que afectan múltiples órganos.
Entre sus mecanismos de acción se encuentran la formación de iones de sulfony, que dañan el ADN y otras biomoléculas, promoviendo el estrés oxidativo y la muerte celular. Sin embargo, la perseverancia de estos agentes como una amenaza debido a su capacidad para causar daños duraderos, la incapacidad de los combatientes expuestos y los civiles. A pesar del progreso en la descontaminación, todavía no hay tratamientos totalmente efectivos para combatir sus efectos.
Melatonina como "bala mágica"
La organización para prohibir las armas químicas (ZAK) trabaja en el monitoreo y el desmantelamiento de arsenales químicos. Pero el temor de que los grupos terroristas obtengan y usen esta arma aumenta la urgencia del desarrollo antídoto efectivo.
En este sentido, las investigaciones en los últimos años han demostrado que la melatonina puede ser efectiva en una amplia variedad de patología: cáncer, cambio gastrointestinal, enfermedades cardiovasculares, procesos neurodegenerativos y patologías autoinmunes e infecciosas. Este potencial terapéutico tan versátil se debe a su capacidad para regular más procesos bioquímicos en el cuerpo.
La melatonina, que se conoce, generalmente regulando la vigilia del ciclo del sueño, es un poderoso antioxidante con baja toxicidad y con una gran facilidad de cruce de barreras biológicas, que lo posiciona como una posible opción terapéutica contra esta arma química. A través de la transmisión de átomos de hidrógeno y / o formando adukts radicales, la melatonina puede neutralizar el oxígeno reactivo y el nitrógeno.
Además del daño neutralizante en la oxidación de las estructuras celulares, la posibilidad de modular la respuesta inmuneinflamatoria de la melatonina podría ser crucial para mitigar las lesiones graves en las membranas mucosas y las estructuras de tejido internas causadas por la exposición a estos productos químicos.
Melatonin: ¿Cuál es tu potencial real?
La melatonina se realiza directamente (moléculas a moléculas) desintoxicación de radicales libres. Otras acciones de su extensa biología funcional se dirigen a través de rutas de señalización que operan a través de dos receptores específicos (MT1 y MT2 y MT2), ampliamente distribuidos en varios tejidos.
Dado su origen natural y su excelente toletrabilidad, una serie de evidencia en combinación con otros medicamentos no solo protegen de la toxicidad de los agentes de guerra químicos, sino que también mejoran el estado de salud de los pacientes bajo ciertas afecciones. Los datos experimentales también señalan que tiene la posibilidad de influir en la expresión génica, incluido algún gen clave con capacidad para prevenir la enfermedad. Esta propiedad podría ser crucial para suprimir los efectos a largo plazo de las guerra químicas.
Dado este enorme potencial y, a pesar de su uso generalizado como regulación reguladora, la melatonina podría tener aplicaciones importantes como armas químicas y diversas patologías. Por lo tanto, es necesario promover estudios clínicos multicéntricos estandarizados para evaluar su eficiencia y seguridad a largo plazo, especialmente en altas dosis farmacológicas que probablemente necesitarían su uso clínico.
Invertir en defensa y contramedidas médicas
La creciente inestabilidad geopolítica y el mayor riesgo de conflicto de guerra requieren un reexamen estratégico en las inversiones defensivas. Europa, y especialmente España, ha reducido históricamente sus presupuestos militares, la prioridad de otros sectores industriales después del final de la Guerra Fría. Sin embargo, el contexto actual, marcado por la agresión rusa en Ucrania y una creciente competencia mundial con poderes, como China, hace que sea esencial para fortalecer la defensa y las habilidades tecnológicas para garantizar la seguridad nacional y colectiva.
Dentro de este marco, es necesario expandir las inversiones en áreas innovadoras como contramedidas médicas. El proyecto Melves se convierte en mejorando la capacidad de la respuesta médica a los agentes químicos de la guerra que desarrollan antídotos efectivos que protegen las poblaciones militares y civiles. Ministerios de Defensa de la Dirección General de Armas y Materiales (DGAM), en cooperación con la Universidad Complutense de Madrid, calificada como agente terapéutico contra los productos químicos de la guerra.
El desarrollo de tratamientos melatónicos podría ser crucial para mejorar la protección de las tropas contra las amenazas de NBKR (nuclear, biológico, químico y radiológico). Su potencial antioxidante y antiinflamatorio se ofrece por una forma prometedora de oponerse a los efectos de los fondos tóxicos en el personal militar en entornos enemigos y puede representar un progreso significativo en la preparación y respuesta de amenazas químicas y biológicas.
La defensa moderna debe pensar el enfoque integral que combina tecnología, estrategia y ciencia. En un escenario global más ambiguo, apostar por innovación en el sector de defensa no es una opción, sino una necesidad.
Se agregó que la inversión en tecnologías destructivas y aplicaciones médicas también promueve la competitividad industrial y científica en el país.
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