Para comprender qué micro-Arrn (o acortado, Miarn), imagine una célula como una gran fábrica cuyos trabajadores son una multitud de proteínas que podemos encontrar en el interior. Esos "trabajadores" siguen instrucciones precisas en documentos oficiales llamados Messenger RNA o RNAM.
Al leer estos documentos, las proteínas son capaces de realizar todas las células de las células, que incluyen regular el metabolismo, la reparación del ADN, la señalización entre las células, las moléculas de transporte y el mantenimiento de la estructura celular.
¿Qué sucede si la célula necesitará bloquear ciertas instrucciones para evitar que realicen proteínas? El Miarn llegó aquí al juego. Podemos compararlos con la eliminación de las encías que eliminan los documentos oficiales en fragmentos. Se inhibe susceptualmente ciertas regiones de ARNm, bloquean con precisión la producción de proteínas.
Gen de gusano de Nobel
Hasta la década de 1990, cada molécula RNM se tradujo directamente a la proteína. Sin embargo, en 1993, Victor Ambros, Rosalind Lee y Rhonda Feinbaum revelaron gen en Elegan Caenorhabditis, Lin-4, que no codificó la proteína, sino una molécula pequeña del ARN, que a su vez reguló la expresión de otra gen, Lin-14. Este hallazgo ha llevado a iluminar la existencia de moléculas de ARN que no han codificado proteínas, sino que regularon su producción.
Sin embargo, no fue hasta el comienzo del 2000, cuando esta clase de reguladores genéticos de Miarn está presente en muchos organismos, incluidas las personas, la revelación obtenida por los investigadores de Victor Ambros y el Premio Nobel de Gary Ruvjun por fisiología o medicamentos en esta área.
Una de las características sobresalientes de Miara es su pequeño tamaño, que generalmente oscila entre 19 y 25 nucleótidos. Los nucleótidos son las "letras" básicas (A, In, C) ARN, y cada uno de ellos mide aproximadamente 0.34 nanómetros (Milmillonsos de Metro).
Si tenemos cuentas, 19 nucleótidos tendrían una longitud aproximada de 6.5 nanómetros (nm) y 25 nucleótidos, 8.5 nm. Como una expresión similar, los eritrocitos (sangre roja) mide aproximadamente entre 6,000 y 8,000 nm. Es increíble pensar que estructuras tan pequeñas pueden desempeñar un papel tan crucial en las células significativamente más grandes.
Un medio fuerte para detectar y tratar enfermedades
El descubrimiento de Ambros, Lee y Feinbaum fue una revolución en la biomedicina. Al igual que con los genes que codifican proteínas, la expresión de miara puede activarse o inhibirse de acuerdo con la condición fisiológica o patológica de las células. Los hace muy sensibles a los biomarcadores para descubrir y tratar enfermedades como carcinomas, patologías cardiovasculares o diabetes.
Por ejemplo, miR-21 es excesivo en diferentes tipos de cáncer, incluidos los pechos, los pulmones y el colon. Su síntesis se asocia con la proliferación celular y la resiliencia de los tumores celulares para la muerte celular programada (apoptosis). Del mismo modo, la alta síntesis miR-155 se asocia con la inflamación y progresión de los tumores en diferentes tipos de linfoma y cáncer de mama.
Sin abandonar el campo de la oncología, varios estudios han demostrado que un cierto MIARN actúa como un tumor suprimido. El ejemplo destacado es miR-34 y miR-16, cuyo término disminuyó significativamente en diferentes tipos de neoplasias (crecimiento anormal y no controlado de células de tejido).
En particular, estos calmes regula la expresión de genes que determinan cuándo las células deben dividirse, diferenciar o iniciar su autoevaluación hacia los mecanismos programados, como la apoptosis anterior. Gracias a este proceso fisiológico, el cuerpo elimina aquellas células que tienen un daño irreparable en su ADN y que, por lo tanto, podrían ser una amenaza potencial para el desarrollo tumoral.
También están los MIARN involucrados en enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, los científicos han notado la reducción en PE miR-126 en pacientes con enfermedades coronarias. Esta molécula está asociada con características endoteliales y angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos durante el desarrollo del embrión y el proceso tumoral). Otro biomarcador útil en el diagnóstico de enfermedades cardíacas es miR-133a; Específicamente, en un infarto agudo de miocardio.
La diabetes es otra de muchas patologías que pueden ser detectadas y tratadas gracias a los Miarns. De hecho, miR-375, que se incluye en la regulación de la secreción de insulina, es una de las diabetes tipo 146A más utilizadas en la diabetes tipo 1 y tipo 2, porque su síntesis está asociada con resistencia a la insulina del músculo esquelético y el tejido adiposo.
En busca de señales
Pero además de su utilidad en las enfermedades, nuestros protagonistas se han convertido en una herramienta clave para el estudio de su evolución, porque una forma de expresar una cierta miara varía según la fase o fase de algunas condiciones. Por lo tanto, la detección de pacífico-155 está en concentraciones muy altas junto con bajas concentraciones de pacíficos: let-7-7 indica una baja probabilidad de supervivencia en pacientes con cáncer de pulmón.
Además, varios estudios mostraron que el término o la inhibición selectiva de una cierta calma podría modificar la progresión tumoral en ciertas especies de leucemia y linfomas.
En resumen, el descubrimiento de Miara tiene implicaciones clínicas extraordinarias, especialmente debido a su potencial como biomarcador para el diagnóstico, pronóstico y control de diversas enfermedades, incluidos los diferentes tipos de cáncer.
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