El Cyber -Criminar ya ha sido parte del día, durante su vida de millones de europeos. Según el último informe de Europol, el fraude en línea, el fraude sentimental, la redención y los ataques digitales atacan a los ciudadanos de toda la Unión Europea y logran pérdidas de mil millones de euros cada año. Estas amenazas no solo afectan solo a las grandes empresas o gobiernos: cualquier acceso a Internet puede convertirse en un objetivo. España no es una excepción. En 2023. El año 982 incidentes con delito cibernético se registraron en 100,000 habitantes, que es un aumento del 185% en los últimos cinco años, dice el Ministerio del Interior.
Cuando piensas en el crimen cibernético, es fácil imaginar hackers profesionales, ataques informáticos sofisticados y espionaje digital. Sin embargo, la realidad es muy diferente: el 90.6% de los delitos registrados son fraude, es decir, el mismo fraude siempre, solo ahora en Internet. Por otro lado, los delitos penales más graves son principalmente, como acceso ilegal o interferencia en los sistemas, apenas representan el 2% del número total. Nos lleva configurar: ¿Qué es realmente un ciberdelino?
En la década de 1980, cuando comenzaron las primeras investigaciones de este problema, los delitos informáticos se redujeron a manipulaciones, espionaje, sabotaje e inaccesiones de las computadoras. En ese momento, las computadoras se usaban solo en entornos profesionales, por lo que los crímenes también se limitan a esa área.

La evolución del delito cibernético se descubrió en España entre 2019 y 2023. Años (tasa por cada 100,000 Hab.). Su propia elaboración.
Hoy, con la tecnología integrada en todos los aspectos de nuestras vidas, los delitos penales tradicionales como el fraude, el acoso o la amenaza encontraron un nuevo canal en el ciberespacio. Sin embargo, ¿deberíamos considerar el delito cibernético que ocurre en línea?
Desde un punto de vista práctico, esta etiqueta tiene sentido solo si se refiere a crímenes y características diferenciadas. Por lo tanto, podemos hacer una diferencia clave:
Cyber-Criminal: delitos que requieren conocimiento técnico avanzado, como piratería, acceso ilegal a sistemas o datos de manipulación.
Cyber-Criminal en un sentido amplio: delitos penales tradicionales que se adaptan a un entorno digital, como fraude, acoso o falsificación.
Quejas más frecuentes
Si analizamos los datos oficiales, podemos ver la distribución de ciberdelitas que son en 2023. Año condenado en España, como la interferencia en los datos o el enfoque ilegal e intercepción, las minorías, con 4 y 15 casos en 100,000 habitantes, respectivamente.

Distribución de Ciberdelat descubierta en España (2023). Su propia elaboración.
Por otro lado, las quejas del 91% (889 por 100,000 habitantes) corresponden a la computadora de la computadora. Estos fraude, aunque pueden tener variantes sofisticadas, no son muy diferentes de las tradicionales. Mucha distancia sigue a las amenazas y coerciones de delitos (36 casos por cada 100,000 habitantes) y falsificados (31 casos).
Una posible figura negra
Si se descubre menos del 2% de delitos cibernéticos, se convertirá en una pregunta clave: ¿estos datos reflejan la realidad del delito cibernético o solo lo que la policía puede identificar?
En criminología, se trata de "dígitos negros" referirse a crímenes que no se niegan o descubren. En el caso del delito cibernético, varios factores pueden afectar:
La detección de delitos técnicos requiere herramientas avanzadas que no siempre están disponibles.
Muchas víctimas no son atacadas conscientes (por ejemplo, en casos de espionaje digital).
La infradenuncia es común, ya sea debido a la ignorancia o la falta de confianza en el sistema.
Los ataques más sofisticados generalmente van a empresas e instituciones, cuyos casos no siempre se reflejan en estadísticas oficiales.
Estos factores muestran que la imagen que los datos ofrecían incompletos y que los delitos más complejos podrían pasar desapercibidos.
¿Cómo nos enfrentamos a un problema?
Una gran cantidad de fraude registrado indica que la prevención debe centrarse en la educación digital. Las campañas para crear conciencia pueden ser altamente eficientes para reducir este tipo de delito y protección de la población.
Sin embargo, también es necesario mejorar la detección de más delitos técnicos. Es necesario para eso:
Mayor inversión en tecnología y capacitación policial.
La cooperación internacional investiga las redes criminales globales.
Desarrollo de mecanismos más eficientes para la cancelación y el descubrimiento de delitos tecnológicos.
En un mundo digitalizado cada vez mayor, comprender el verdadero alcance del delito cibernético no es solo un desafío, sino que la necesidad garantiza la seguridad ciudadana, las empresas e instituciones.
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